cemento

El consumo de cemento retrocede a niveles de los años sesenta

Las cementeras descuentan un nuevo año de descensos en 2014, tras la caída cercana al 20% el año pasado

El consumo de cemento cayó un 19,2% en 2013 en comparación con el ejercicio precedente, de forma que se situó en 10,98 millones de toneladas y marcó un nuevo mínimo que retrotrae la demanda de este material de construcción a niveles de mediados de los años sesenta, según informó la patronal cementera Oficemen. El descenso del pasado año supone además encadenar seis ejercicios consecutivos de caídas en los que la industria cementera acumula un desplome del 80,4% desde el récord histórico de 55,99 millones de toneladas que marcó en 2007, el ejercicio previo a la crisis.

Isla de cemento

Director: Ursula Meier. Intérpretes: Isabelle Huppert y Olivier Gourmet. Guión: A. Jaccoud, O. Lorelle, U. Meier y R. Valbrune. Francia/Suiza/Bélgica, 08. Duración: 98 minutos. Drama.

En «La isla de cemento» un arquitecto que ha sufrido un accidente de coche aprende a vivir en el espacio de transición que separa una telaraña de autopistas. El estatismo de este moderno Robinson Crusoe es el reflejo congelado de la velocidad indiferente de los coches que lo aprisionan. La célebre novela de J.G. Ballard –con unas gotas de la literatura post-apocalíptica de Don DeLillo–parece un referente ineludible para definir las intenciones de esta anti-»road movie» que echa el freno de mano a la vera de una vía rápida que cambia la vida de una familia que se las veía felices en medio del campo mientras no hubiera motores que perturbaran su calma.
La apertura de la carretera de marras es el catalizador de un viaje al fondo de la alienación contemporánea conducido con mano experta por una Isabelle Huppert tan perturbadora como de costumbre y fotografiado por una pletórica Agnès Godard, que gradúa el descenso a las tinieblas de una casa insonorizada con la misma maestría con que Ursula Meier matiza los decibelios que se filtran por los dobles cristales. La visión de «Home ¿dulce hogar?» puede resultar exigente, pero no hay duda de que deja tan atónito como el famoso travelling lateral por un atasco que funcionaba como anticlímax épico del «Weekend» de Godard.

Contra el Stuttgart y el cemento

Champions

El Unirea Urziceni se jugará en casa ante el Stuttgart buena parte desus opciones de clasificaciónen el Grupo G. Después de su derrota (2-0)en Sevilla, losrumanosdeben ganar al equipo alemán si no quieren quedar rezagados en la pugna por las dos primeras plazas que le pueden permitir pasar a octavos. Pero no parece el ambiente que habráenel estadioelmás apropiado para recibir a un rival que es sobre el papel superior. Obligados ajugar sus partidos europeosenel estadio del Steaua de Bucarest por no cumplir el suyo los requisitos mínimos de la UEFA, hasta ayer el Unirea sólo había vendido 1.200 localidades de las 30.000 que cuenta el estadio.Aunqueel club regaló entradas a los niños de todas las escuelas de fútbol de Bucarest y los abonados tienen pase libre, el director general del Unirea, Mihai Stoica, apuntó que "podría registrarse un récord negativo de afluencia de público enun partido de la Liga de Campeones". Según la prensa local, el entrenador del Unirea, el ex internacionalrumanoDanPetrescu, presentaráunplanteamientomás ofensivo que el del partido en Sevilla, tras el que el técnico fue criticado por su excesivo conservadurismo. Por su parte, el Stuttgart llega a trashaberse sacudido la crisiscon la victoria (3-0) ante el Eintracht Frankfurt en la Bundesliga. Sin embargo, el equipo de Markus Babbel sigue con problemas en parte porquelas lesionesnohanrespetado a algunos de sus jugadores importantes. Aleksander Hleb, con problemas en el glúteo, volverá a ser baja al igual que el lateral suizo Magnin, que tiene un desgarro muscular. En la delantera, todo apunta a que volverá apostar por CacauyPogrebnyak,aquienes reservó contra el Eintracht

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