- jueves 09 mayo 2024
Uno de los grandes males de la agricultura estatal cubana es "el exceso de personal improductivo", asegura hoy el diario "Granma", portavoz del gobernante Partido Comunista. El sector de la agricultura que maneja directamente el Estado tiene 89.000 trabajadores improductivos, el 26 por ciento del total, según el periódico.
"La urgencia por incrementar la producción de alimentos y reducir las importaciones ha acelerado la solución de este viejo problema que -según "Granma"- engendra burocracia, eleva los costos, frena la productividad, crea desorden e impide que el obrero mejore sus ingresos". Entre las soluciones, cita la de "eliminar el 10% del personal improductivo" y reducir a la mitad el número de dirigentes y funcionarios.
Desde 2007, el Gobierno que preside el general Raúl Castro dictó la "extinción" de 83 empresas agropecuarias y fueron reformadas "473 unidades productivas ineficientes y con reiteradas pérdidas económicas". El mandatario se ha quejado en varias oportunidades de que la mitad de las tierras hábiles para la agricultura en la isla estaban abandonadas, mientras que el Estado ha importado más del 80 por ciento de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes.
Cuba padece una recesión que redujo su comercio exterior de bienes un 36% entre enero y septiembre pasados, causando al Gobierno una falta de liquidez aguda. Las autoridades ya mermaron del 6% al 1,7% su meta de crecimiento para este año, pero economistas independientes dudan incluso de que se alcance la última cifra. El Gobierno del general Castro ha recortado los alimentos que se entregan subsidiados a la población, mediante la cartilla de racionamiento, y hay severas medidas para mermar el consumo de energía.
La Comisión Europea recordó hoy que las relaciones de la Unión Europea con Cuba es algo que deciden "conjuntamente" todos los Estados miembros, después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, expresara la intención de España de modificar la Posición Común de los Veintisiete ante La Habana aprovechando la presidencia española de la UE, el próximo semestre.
El Ejecutivo comunitario considera que el lanzamiento de un diálogo político y la reanudación de la cooperación al desarrollo con la Isla "podría, eventualmente, crear las condiciones políticas para un marco contractual que enmarcara las relaciones entre la UE y Cuba", explicó el portavoz comunitario de Cooperación, John Clancy, en declaraciones a Europa Press. Sin embargo, recalcó que cualquier decisión debe ser fruto del trabajo conjunto entre los Estados miembros.
Clancy insistió en que la posibilidad de avanzar en las relaciones con Cuba, tal y como quiere España, es algo sobre lo que tendrá que "trabajar conjuntamente con todos los Estados miembros" durante su presidencia de turno.
La Posición Común, que fue promovida por el entonces presidente del Gobierno José María Aznar, condiciona los avances en las relaciones entre ambas partes a la consolidación de la democracia y el respeto de los Derechos Humanos en la isla. Cualquier cambio en esta política, que se revisa cada año en el mes de junio, ha de ser aprobado por unanimidad por los Estados miembros.
El presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, ha presentado, hoy lunes, 26 de octubre, en Madrid, la conferencia ‘La economía mundial en 2010 y 2011’ que ha pronunciado Irwin Stelzer, senior fellow del Hudson Institute. Con este acto ha dado comienzo la VII edición del Programa de Visitantes Latinoamericanos FAES en el que participan 54 jóvenes procedentes de 17 países latinoamericanos con el objetivo de formarse en el ejercicio del liderazgo.
En su presentación, José María Aznar se ha referido a la pérdida de peso de España en el mundo y, muy especialmente, en Latinoamérica. En este contexto, el presidente de FAES ha reconocido que siente “una gran vergüenza personal” por la actitud del Gobierno con Cuba y su falta de respeto por los disidentes. “Se está produciendo una dejadez y abandono de algunas obligaciones de España que deberían ser esenciales sobre Latinoamérica”.
Para Aznar, el Gobierno está cometiendo “graves errores políticos y estratégicos que producen vergüenza ajena”, ha recalcado.
Sobre la situación económica, el presidente de FAES ha considerado que “no se puede salir de la crisis de forma seria incidiendo en las mismas causas que nos han llevado a ella. No se puede salir de la crisis con más déficit, con más impuestos y con más deuda”. Con estas decisiones, ha indicado Aznar, “el Gobierno ha apostado por una crisis inmensamente larga y con unos costes durísimos”
Irwin Stelzer, por su parte, ha descrito el panorama económico mundial en su conferencia, en la que se ha mostrado su desconfianza hacia el ejecutivo de Obama. “Tenemos un presidente que quiere gastar mucho dinero y un Congreso demócrata que quiere gastar incluso más”, sin embargo, “antes o después alguien tendrá que pagar ésto, y serán nuestros hijos y nuestros nietos”, ha alertado. Stelzer ha descartado asimismo que el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, se vaya a “apretar el cinturón”, sobre todo “teniendo en cuenta la tasa de paro”.
En su intervención, Stelzer se ha referido también a España, donde “la economía sumergida constituye el 20 por ciento, lo que es muy peligroso para un país”. Stelzer ha señalado asimismo la fortaleza del euro como uno de los factores negativos para salir de la crisis en Europa, ya que ésta “amenaza el crecimiento de la exportación”. En este sentido, el especialista económico ha señalado que “la UE no se ha comprometido con el crecimiento económico”, de manera que “el dólar seguirá siendo la divisa dominante durante mucho tiempo”. Para Stelzer, los gobiernos en Europa “han tenido dudas a la hora de reformar la oferta, por ejemplo el mercado laboral”, lo que no va a ayudar a salir de la crisis.
El conferenciante se ha referido asimismo a la amenaza del terrorismo, y ha destacado que “desde que Aznar salió del Gobierno no ha habido ningún líder en Europa a quien Estados Unidos considere cuando se habla de la lucha contra el terrorismo”.
Irwin Stelzer es el responsable de estudios económicos de The Hudson Institute y miembro del Advisory Board of The American Antitrust Institute, entre otros cargos. Stelzer asesora sobre estrategia de mercado, fijación de precios, cuestiones de competencia y asuntos regulatorios a diferentes empresas en Estados Unidos y Reino Unido. Profesor invitado en algunas de las mejores universidades del mundo, como New York University o Columbia University, es además columnista de The Sunday Times (Londres) y The Courier Mail (Australia).
Con la conferencia de Stelzer ha dado comienzo la VII edición del Programa de Visitantes Latinoamericanos-FAES, que tendrá lugar desde hoy lunes, 26 de octubre al 6 de noviembre, y en el que participan 54 jóvenes procedentes de 17 países latinoamericanos con el objetivo de formarse en el ejercicio del liderazgo.
Durante su estancia en España, los participantes del curso conocerán el funcionamiento del sistema político, social y económico español de la mano de destacadas personalidades del mundo de la política y la economía como Jaime Mayor Oreja, vicepresidente del Grupo Popular Europeo; Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia; Ignacio Astarloa, diputado del PP por Vizcaya; Julio Fermoso, presidente de Caja Duero; Juan María Nin, director general de La Caixa; Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña; Arturo Fernández, presidente de CEIM; Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google España; y Salvador Santos Campano, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, entre otros.
Madrid- «¿De qué quiere hablar?», me pregunta de sopetón mientras nos saludamos. «¿No está harto de hablar de Chávez?», respondo y pregunto al mismo tiempo. «Sí. Ja, ja, ja... Sí», ríe. Andrés Oppenheimer es claro y directo, como en su programa de la CNN o en sus columnas de opinión en «The Miami Herald» –recogidas en su último libro «Los Estados Desunidos de las Américas», por el que ha recibido esta semana en Madrid el premio Algaba, de Ámbito Cultura–. Por eso admite que es inevitable, en estos tiempos, hablar del caudillo «narcisista-leninista», como le denomina siempre en sus artículos.
–¿Se merece Chávez la atención mediática que le prestamos?
–El estrellato, o la megalomanía, de Chávez es directamente proporcional a los precios del petróleo. Con el precio a 156 dólares, Chávez es Fidel multiplicado por dos. Con el precio a 50, Chávez no pasa de ser un teniente coronel del Ejército venezolano entrando en un edificio. Así de simple.
–No tiene el «estilo» de Castro…
–Las copias nunca tienen el peso del original. Fidel fue novedad en el 59. Lo de Chávez es un segundo acto sin el aura que tenía Fidel, bien entendido que yo no creo en que haya «dictadores buenos». Castro fue el presidente más cobarde de América Latina porque nunca tuvo la valentía de permitir elecciones libres, periódicos independientes u opiniones discrepantes. ¿Dónde está su valentía?
–¿El caso es que Chávez reinventó el bolivarianismo. ¿Y si Bolívar levantara la cabeza?
–Uno de nuestros dramas en América Latina es que vivimos obsesionados con el pasado. Chávez reivindica la figura de Bolívar, habla frente a su retrato y cambia de nombre al país para incluir el suyo. Pero Bolívar murió 150 años antes de la invención de internet, vivió en otro mundo. Aparte de que fuera un genio o un desastre, citarle como fuente de inspiración para políticas públicas en el siglo XXI es un disparate total, un delirio absoluto.
–Pero eso le funciona a Chávez...
–Puede. Pero, verá, en los últimos años he ido mucho por Asia, para mi próximo libro, y allí están obsesionados con el futuro y guiados por el pragmatismo. Los latinoamericanos estamos obsesionados con el pasado y guiados por la ideología. Tenemos que hacer como ellos: obsesionarnos con el futuro, no con el pasado.
–¿No le parecen infantiles los planteamientos de este «socialismo del siglo XXI»?
–Yo diría que son bastante tramposos porque eso no es más que un proyecto de autoperpetuación en el poder. Todos estos presidentes siguen el mismo libreto: hacen campaña a favor de los pobres y contra la corrupción y, apenas ganan las elecciones, concentran toda su energía en cambiar las reglas para ser reelegidos. Chávez, Morales, Correa, Ortega, Zelaya... Todos lo mismo. Es sospechoso.
–También Uribe, que no es sospechoso de ser bolivariano…
–Si Uribe vuelve a presentarse será pésimo para Colombia, para Latinoamérica... y para él mismo.
–En uno de sus artículos usted decía que Uribe podía pasar a la historia como el mejor presidente colombiano…
–O el peor… Nos quitaría muchos argumentos a quienes criticamos a Chávez por querer perpetuarse en el poder. Sería un enorme error. Espero que no lo haga.
–¿Qué le parece el sucre, la moneda virtual del ALBA?
–Es un disparate total. Los latinoamericanos estamos haciendo la integración al revés. Europa empezó con acuerdos muy concretos sobre el carbón y el acero, y después llegó al Mercado Común y a la moneda única. En Iberoamérica, los presidentes firman acuerdos sobre mercados comunes y monedas únicas, pero luego no se ponen de acuerdo para venderse pollos entre países vecinos.
–Faltan buenos transportes...
–No hay. En muchos casos, para ir de un país a otro hay que pasar por Miami, no hay vuelos directos. Y encima se lanzan a una carrera armamentista disparatada.
–Dicen que la culpa es del pacto militar entre Colombia y EE UU.
–No. Empezó mucho antes. Venezuela está aumentando su gasto militar desorbitadamente. Ha gastado 5.000 millones de dólares en armas rusas en cinco años. Y Venezuela no es la única. Chile y Brasil también lo están haciendo. Y hasta Bolivia, que pidió un préstamo de 100 millones de dólares. Es un delirio total.
–¿Puede confiar Iberoamérica en el «factor Obama»?
–Creo que sí porque ha cambiado la imagen de EE UU en América Latina, que se cayó al suelo con Bush. Pero hoy no hay una política concreta para la región. Primero, porque no tiene su equipo para Latinoamérica y, por otro, porque tiene prioridades más urgentes: la crisis, Afganistán, Irán, Irak… Y ni él ni su equipo tienen una historia de afinidad con América Latina.
–¿A qué se refiere?
–Cuando le entrevisté por primera vez nunca había ido a América Latina y no pudo decirme tres nombres de presidentes latinoamericanos. Tengo esperanza en que su política hacia Suramérica sea beneficiosa para el continente, pero habrá que esperar.
–¿Será España un aliado importante de EE UU en la región?
–Creo que sí. España es una referencia política y económica para América Latina. Sin embargo, a veces me decepcionan algunas actuaciones del Gobierno de Zapatero. Por ejemplo, no entiendo que Moratinos no haya tenido la más mínima intención de entrevistarse con los disidentes durante su visita a Cuba.
–Tampoco lo hizo en 2004...
–En aquella visita le pregunté por qué no se había reunido con ellos y me dijo que no era el momento porque España estaba tratando de tender un puente con La Habana.
–Entonces ya vamos por el segundo puente. ¿Tendremos que esperar a tender alguno más?
–Se lo preguntaré si me concede la entrevista que he pedido aprovechando que estoy en España.
–¿Habrá solución a la crisis hondureña antes de las elecciones?
–Habrá solución porque los candidatos obligarán a Micheletti y a Zelaya a llegar a un acuerdo. A ninguno de los aspirantes les interesaría ganar si no los reconoce la comunidad internacional.
–¿Volverá Zelaya al Gobierno?
–¡Con las manos atadas y bien atadas! Pero sí, creo que será repuesto en el marco de un Gobierno de unidad nacional.