El catedrático del Departamento de Geodinámica de la Universidad Complutense, Ramón Capote, explicó ayer que Ceuta está en una zona catalogada con riesgo sísmico de terremotos de entre cinco y seis en la Escala Richter.

      Los efectos de un terremoto de magnitud 6 serían la percepción por parte de la población, daños en enyesados y el derrumbe de algunas construcciones antiguas o de infravivienda.  Ceuta está incluida en la última versión de la normativa sismoresistente del año 2002 (NSCE-02) para edificios de nueva construcción con la obligación de que las estructuras sean capaces de resistir entre 0,04 y 0,08 veces la aceleración de la gravedad durante un terremoto. 

El territorio localizado entre Ceuta y Melilla está caracterizado por la presencia de fallas de movimiento muy lento: “Es la acumulación de energía que provoca ese movimiento la que después se libera y produce un terremoto. Hay un tiempo de carga del esfuerzo largo y otra posterior de descarga”.

El último gran movimiento sísmico del conflicto entre las placas euroasiático y africana se produjo en Alhucemas en 2004. En una ciudad con edificaciones en mal estado llegó a producir 628 muertos.  

Tsunami

El Mar de Alborán ha sufrido nueve tsunamis según los registros históricos que comienzan en el siglo XVIII. El más grave fue el de 1790 que llegó a provocar inundaciones en las costas norteafricanas y peninsulares. Debido a la forma de la costa “las localizaciones con un mayor riesgo se encuentran en Melilla, Málaga y Adra, Después vendrían Almería y Roquetas. El de Ceuta es un riesgo a tener en cuenta pero menor que el de estas localidades o el que pueda haber en la Bahía de Cádiz”. Según Capote un tsunami producido en la zona de Alborán “generalmente no crearía olas de gran magnitud. Podría inundar áreas costeras de baja altura y zonas de playa”.   

El primero de los tres últimos conciertos de esta temporada de la Fundación Excelentia, que se celebrará mañana en el Auditorio Nacional, reunirá a la Orquesta Clásica Santa Cecilia y Javier Corcuera, que celebrarán el 250 aniversario de la muerte de Haendel, el bicentenario del fallecimiento de Haydn y el bicentenario del nacimiento de Mendelssohn. Según palabras del Presidente de Excelentia, Javier Martí Corral, «con este concierto se permitirá la participación de cantantes de Madrid para formar un coro junto con el Coro San Jorge, el Coro Vox Aurea y el Coro Duque de Calabria». El siguiente concierto (26 de noviembre) será dirigido por Kynan Johns al frente de la European Royal Ensemble. Clausurará la temporada Jesús Amigo junto con la Orquesta Excelentia el 22 de diciembre con el Concierto para violín y orquesta de Mendelssohn y la «Sinfonía del Nuevo Mundo» de Dvorák.
Renovación
La temporada de la Fundación se presenta plural y renovada con una gala lírica de ópera y zarzuela, un concierto con un coro de niños franco-español, y un concierto que celebra el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y Corea del Sur, a lo que hay que unir la presencia del maestro George Pehlivanian,  que esta temporada se hará cargo de la Filarmónica Excelentia.