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• La pornografía suele vincularse con un consumo masculino.
• Nuevos datos muestran un aumento del público femenino.
• La mujeres no se conforman sólo con la estimulación física y buscan crear una imagen de sí mismas que les haga sentirse mejor con el sexo.

Las estadísticas acerca del número de mujeres que consumen pornografía son muy variadas. Pero lo que es cierto es que cada vez hablamos de un mayor número de seguidoras de este tipo de productos. Ahora bien, ¿son sus gustos similares a los de los hombres o encontramos destacadas diferencias entre las preferencias de ambos sexos?

Tradicionalmente la pornografía se ha vinculado a un público mayoritariamente masculino; sin embargo, quizás ha llegado el momento de revisar tales conceptos, como señalan desde la sección 'FoxSexpert' de Fox News.

Sí que es cierto que mientras determinados estudios hablan de que cerca del 56% del público del mercado pornográfico es femenino; otros apuntan a que tan sólo lo es un 17 %. Independientemente de tales cifras, no hay duda de que se trata de un sector que cobra cada vez mayor importancia en la venta y consumo de contenidos sexuales.

A la mayoría de las mujeres les excita el contexto, las tramas sofisticadas o el uso inteligente de palabras

Según cuenta la sexóloga de este medio, las razones habituales por las que las mujeres consumen contenido pornográfico o erótico son: para la masturbación, para los juegos preliminares junto a su pareja, o para incrementar su excitación. Pero ¿qué tipo de porno es el que eligen para tal fin?

Parece que una de las motivaciones fundamentales a la hora de optar por estos productos (tanto en ellas como en ellos) es la de adquirir nuevas ideas y propuestas para después ponerlas en práctica.

Está claro que la mejor manera de innovar en lo que a sexo se refiere es consultarlo con la pareja y decidir así que es lo que se quiere probar o que fantasía ha perseguido siempre a cada uno. El visionado de pornografía en pareja, como manera de ir entrando en situación, es una de las propuestas más atractivas.

Y es en este punto en el que surgen diferencias de género; las preferencias en cuanto a la película en cuestión son bien distintas. A la mayoría de las mujeres, como apuntan recientes estudios, les excita el contexto, las tramas sofisticadas o el uso inteligente de palabras, nociones que no son tan solicitadas entre ellos.

A pesar de que la reacción física que se produce en el cuerpo, al ver películas de contenido sexual, es la misma en hombres y mujeres, la interpretación que de ésta se hace es bien diferente en función del género.

Normalmente a las mujeres les disgustan y repulsan las escenas explícitas propias de la pornografía hecha por hombres.

Ellas solicitan un contenido 'más suave', por decirlo de alguna manera. De ahí que se haya incrementado el cine erótico hecho por mujeres, y pensando en los gustos de éstas.

El público femenino no quiere únicamente estimular sus sensaciones físicas, busca divertirse y excitarse creando una determinada imagen de sí mismas que les haga sentirse bien y disfrutar al máximo del sexo.