- martes 30 abril 2024
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EFE
La Audiencia Provincial de Múnich acordó este jueves suspender temporalmente el juicio contra el presunto criminal nazi John Demjanjuk, imputado por la muerte de 27.900 judíos en el campo de exterminio de Sobibor, por enfermedad del acusado.
El presidente del tribunal, el juez Ralph Alt, comunicó está mañana que Demjanjuk, de 89 años y origen ucraniano, tiene síntomas de sufrir una infección.
"Se queja de dolores de cabeza y de articulaciones", explicó el juez, quien informó de que un médico penitenciario ha determinado que el acusado no puede ser trasladado a la sala del juicio y debe reposar.
El proceso contra Demjanjuk, entregado a Alemania por EE UU el pasado mes de mayo, es previsiblemente el último gran juicio por crímenes del nazismo y del Holocausto, dada la avanzada edad tanto de los supervivientes como de sus verdugos.
De nada sirvieron las alegaciones de los hijos, según los cuales el juicio será una tortura física y psíquica para su casi nonagenario padre, quien además siempre afirmó haberse visto obligado a ejercer de guarda, so pena de ser ejecutado.
Demjanjuk se salvó tras cinco años en el corredor de la muerte, al aparecer documentos de la KGB, según los cuales su identidad no correspondía a la del llamado 'Ivan el Terrible' de Treblinka.
Dos décadas después de aquella primera condena, la fiscal alemana Barbara Stockinger fundamenta sus cargos en un carné identificativo de las SS, con el número 1393, según el cual Demjanjuk sirvió en Sobibor como Trawniki.
Las 27.900 muertes que se le imputan corresponden a presos judíos gaseados en Sobibor, en los seis meses en que ejerció de guardián voluntario en ese campo, documentados con nombres y apellidos.
La revista «New England Journal of Medicine» acaba de publicar el resultado de un estudio realizado íntegramente en el Hospital Universitario La Paz que recoge la primera descripción de recurrencia de una enfermedad hepática hereditaria en niños después de haber sido sometidos a un trasplante hepático. El fenómeno que se describe se observó en tres niños que fueron trasplantados a causa de una enfermedad hepática grave causada por una alteración genética de la proteína BSEP, responsable de la secreción de ácidos biliares a la bilis. Aunque las manifestaciones iniciales podían sugerir la posibilidad de un rechazo del injerto, estos pacientes presentaban también características clínicas que asemejaban la enfermedad original. El estudio demuestra que el fenómeno está asociado a la generación de anticuerpos contra la proteína BSEP normal que expresa un hígado trasplantado. Estos anticuerpos estaban presentes en muy alto grado en el suero de los pacientes y eran capaces de bloquear la función de la proteína en el hígado, explicando así la reaparición de la enfermedad original. Los especialistas elevaron el tratamiento inmunosupresor, lo cual dio como resultado una notable disminución en la concentración de los anticuerpos circulantes que atacaban a la proteína y la resolución del cuadro clínico. Los resultados de este estudio ponen en evidencia un nuevo mecanismo de enfermedad hepática y tienen la importancia adicional de establecer para los individuos afectados un tratamiento basado en el ajuste de la inmunosupresión. En el trabajo han participado los doctores Paloma Jara, Loreto Hierro, María C. Díaz, Carmen Camarena, Angela De la Vega, Esteban Frauca, Gema Muñoz-Bartolo y Dolores Lledin del Servicio de Hepatología infantil; Manuel López-Santamaría y Manuel Gámez de Cirugía Pediátrica, Rita Alvarez-Doforno y Francisca Yánez de Inmunología; Javier Larrauri de Anatomía Patológica; así como Luis Alvarez y Pilar Martínez-Fernández de la Unidad de Investigación del hospital.
Trasplante pionero
El Programa de Trasplante Hepático, coordinado por Paloma Jara, jefa de Servicio de Hepatología Infantil y Manuel López Santamaría, Jefe de Servicio de Cirugía pediátrica, se inició en 1986 y desde entonces se han realizado 538 trasplantes, cifra que supone la mitad de los realizados en toda España y el 70 por ciento de la Comunidad de Madrid. El 38 por ciento de estos trasplantes corresponden a niños menores de 1 año y en 11 casos el trasplante ha sido combinado de hígado y riñón. El éxito de este programa se traduce en una supervivencia del 90 por ciento a los diez años del trasplante. El pasado año La Paz realizó 36 trasplantes hepáticos infantiles, que suponen el 86 por ciento de los realizados en Madrid y el 52 de los realizados en toda España. En lo que llevamos de 2009, se han realizado 24 trasplantes hepáticos en niños. En la evolución del programa hepático ha supuesto un gran avance la utilización de técnicas que dan solución a la escasez de donantes pediátricos y, por tanto, un mayor aprovechamiento de los recursos existentes. La técnica de «donante vivo» resulta especialmente adecuada para el trasplante pediátrico debido al escaso número de órganos procedentes de niños fallecidos: el receptor recibe una parte del hígado (segmento lateral del lóbulo izquierdo) de un donante vivo, que generalmente es un familiar. Debido a la gran capacidad regenerativa de este órgano, la persona donante puede tener un hígado con las dimensiones adecuadas a su tamaño corporal en el plazo corto de tiempo.
La Conselleria de Bienestar Social ha puesto en marcha el nuevo bono residencial destinado a las personas con enfermedad mental crónica para la financiación de su estancia en centros de atención residencial especializada. De este modo, se duplicarán las ayudas que se estaban recibiendo actualmente. La consellera de Bienestar Social Angélica Such anunció que esta nueva iniciativa estará dotada con 16 millones de euros anuales.
El Bono para personas con Enfermedad Mental (Bonem) permitirá el acceso a un centro residencial de atención específica, a aquellas personas que carecen de recursos económicos propios para financiar la totalidad del coste de una plaza.
Con estas ayudas, que podrán alcanzar los 2.500 euros mensuales, más de 700 personas podrán optar a una plaza en un centro específico para personas con enfermedad mental crónica (CEEM) o en una residencia de tipología mixta que preste atención a estas personas. Los centros deberán estar previamente autorizados y adscritos al sistema del programa Bonem, con el fin de garantizar el régimen de la estancia y la calidad adecuada en la prestación de los servicios.
Such señaló que el importe del Bonem será de hasta 85 euros por plaza y día. Esto supone que el beneficiario de este nuevo recurso verá duplicado el importe de las prestaciones que hasta el momento recibía de la línea de ayudas de la Generalitat para financiar el coste de una plaza residencial.
Para poder acogerse a este tipo de ayudas las personas deberán acreditar el diagnóstico de enfermedad mental crónica, tener reconocida la situación de dependencia en cualquiera de sus grados y niveles, y disponer de un informe médico psiquiátrico de la Unidad de Salud Mental correspondiente.
Asimismo, deberán residir en cualquier municipio de la Comunitat, no disponer de medios suficientes para hacer frente al coste de la plaza, y tener graves dificultades para ser atendido en régimen familiar o domiciliario.
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