Real Madrid
Grandes y sabrosos ingredientes tenía el Madrid-Getafe que abría la novena jornada del campeonato liguero. Derbi madrileño con morbo después de la remontada merengue del año pasado de la mano de Higuaín - de nuevo determinante - el día en el que Pepe perdió la cabeza pateando a Casquero. Pero la prueba del algodón la tenía Manuel Pellegrini. El doloroso KO copero en Alcorcón le puso en el disparadero y caer en el Bernabéu habría sido su sentencia de muerte como técnico del Real Madrid.
La suerte, sin embargo, sonrió al técnico chileno. Su principal apuesta para el partido ante el Getafe de Míchel, optar por Higuaín en detrimento de Raúl, le salió redonda y resultó decisiva. El doblete del atacante argentino y la fuerza interior de los blancos viéndose con uno menos por la expulsión de Albiol en el primer tiempo sirvieron para solventar el 'match ball'. El 'Geta' fue cómplice para el triunfo del Real arrugándose ante diez cuando tenía una opción formidable y diáfana para poner patas arriba el coliseo merengue y echar gasolina al fuego blanco.
Con diez, mejor
Los pitos iniciales abrieron un duelo lento y sin brillo. El Madrid buscaba asentarse y no encender más a su afición. Marcelo y Benzema fueron los primeros en acercarse al marco rival. El prometedor Ustari se mostraba seguro bajo los palos. Y llegó el punto de inflexión del partido. Balón largo hacia el ex madridista Soldado y Albiol le agarra de forma ostensible. Roja de Mateu Lahoz y el Madrid con diez. El Bernabéu, poco acostumbrado, no entendía la severidad del colegiado, riguroso pero dentro de lo reglamentario al impedir el valenciano, último defensa blanco, la progresión del azulón.
El maestro del balompié Helenio Herrera ya dijo en su día que con diez se jugaba mejor que con once. Dicho y hecho. El Madrid tiró de orgullo ante la adversidad y se vino arriba de manera evidente ante un rival que no se creyó la oportunidad que tenía ante sí. Antes del arreón blanco, sin embargo, Pedro León, en la falta que propició la expulsión de Albiol, lanzó arriba ajustado a la madera. El 'Geta' desapareció cuando mejor lo tenía. Primero Ramos de cabeza y después Benzema lanzando al muñeco ante Ustari pusieron los mimbres de la crecida merengue. Sólo Soldado, en un cabezazo que despejó Casillas providencial, rompió el avance local.
Doble golpe de Higuaín
El descanso dio paso a la exhibición de pegada del Madrid encarnada en la figura del 'Pipita' Higuaín. Es digno de estudio lo mucho y bien que juega el argentino y el poco peso que parece tener en Madrid. Después de tanto galáctico, es él quien resuelve y permite a su equipo salir airoso de una prueba de fuego. Lass exigió de entrada a Ustari, quien respondió con un soberbio paradón, y Benzema, activo pero sin puntería, remató ajustado. El Madrid creía en una machada que hizo posible Higuaín.
El 'Pipita' ganó la espalda al ex azulgrana Mario, controló y de zurda la coló en el marco rival (1-0, 53'). Sólo necesitó tres minutos más el Madrid para sentenciar. Un balón perdido por el 'Geta' propició un dos para dos de Benzema e Higuaín. El francés prefirió ceder para el hombre de la noche e Higuaín resolvió a la perfección ante su compatriota Ustari (2-0, 56'). Visto y no visto. El partido era blanco. El Madrid replegó líneas y aguantó con solidez el lógico empuje azulón. Soldado firmó una doble llegada, también Gavilán e Higuaín estrelló un tiro en la madera evitando el triplete. Se fue el héroe entre vítores mientras el Bernabéu respiraba aliviado.
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