"Estamos muy satisfechos con este programa. Somos muy optimistas y hay gran expectación en torno al lanzamiento de mañana, ya que hacía mucho tiempo que no teníamos un software que funcionara en un rango tan amplio de computadoras y con tan buenas críticas", dijo a Efe el portavoz de Microsoft Leonardo Ortiz en la víspera de que Windows 7 se ponga a la venta en cerca de un centenar de países.

La última versión del sistema operativo presente en nueve de cada diez PC llega a un mercado que está copado aún por el Windows XP de 2001, "un programa de hace casi una década que -según Ortiz- se diseñó para un mundo informático en el que no se usaban las redes sociales o los contenidos multimedia que ahora manejamos".

En 2007 se sacó al mercado el Windows Vista, pero requería gran capacidad de procesamiento, lo que impedía su correcto funcionamiento en algunos equipos, y daba tantos errores que el programa terminó siendo un fracaso de ventas y ahora sólo está instalado en el 18,6% de los PC de todo el mundo, según NetApplications, mientras que el XP aún se usa en el 71,5%.

Pese a sus constantes esfuerzos por aumentar sus ingresos -dañados también por la piratería-, Microsoft registró recientemente la primera caída de su facturación en 23 años. Por ello, la firma de Bill Gates ha depositado enormes esperanzas en el lanzamiento de Windows 7, especialmente ahora que la venta de ordenadores empieza a recuperarse después de este año de recesión económica. "Windows 7 se podrá utilizar desde las computadoras más avanzadas hasta en los más básicos netbooks, ordenadores que pueden costar menos de 300 dólares", explicó Ortiz.

Banco de pruebas
Para sacar al mercado Windows 7, más de ocho millones de voluntarios han evaluado durante meses las primeras versiones, donde se ha puesto un acento especial en los contenidos multimedia, para facilitar la edición y gestión de fotos y vídeos. Según la información adelantada por Microsoft, Windows 7 también incluye opciones de gestión de dos ventanas abiertas, para que de forma automática se coloquen una a cada lado de la pantalla y poder así compararlas con facilidad, o para mantener alguna abierta en un extremo mientras se trabaja en otra.

Además, incluye cambios en la barra de tareas para reducir la cantidad de elementos en el escritorio, crea automáticamente redes internas entre los ordenadores del hogar con el mismo software, lo que facilita compartir archivos e impresoras, y simplifica procesos de sincronización y administración de otros aparatos, como móviles o cámaras de fotos. Una novedosa función es la de "shake", que permite pulsar sobre la parte superior de una ventana y agitar el ratón para minimizar todas las demás ventanas abiertas. Si se vuelve a agitar esa ventana se restituyen las demás a sus tamaños originales.

Con el nuevo sistema operativo se incluye la versión 8 del Internet Explorer, que, según Microsoft, es su "navegador más rápido, sencillo y seguro hasta la fecha". "La mayor parte de la venta de Windows se realiza con la compra de nuevos ordenadores, pero también se podrán actualizar versiones anteriores por un precio que oscila mucho entre países pero que rondará entre los 125 y 245 dólares", explicó Ortiz.

Los escolares y docentes que presenten síntomas gripales deberán quedarse en casa al menos hasta 24 horas después de que desaparezca la fiebre, tiempo que será de 7 días para los menores de 6 años, mientras que las escuelas deberán extremar la higiene y la limpieza para afrontar la esperada epidemia de gripe A.
       Éstas son algunas de las recomendaciones que los departamentos de Educación y Salud han elaborado conjuntamente y han entregado hoy al Consejo Escolar de Cataluña, máximo órgano de representación de la comunidad educativa.
       El conseller de Educación Ernest Maragall ha declarado ante los medios de comunicación que el protocolo a seguir -"algo más imperativo que una recomendación"- se ha explicado "ampliamente" a la comunidad educativa, que ha respondido con una actitud "excelente".
       En este sentido, Maragall y la consellera de Salud, Marina Geli, han querido transmitir junto al Consejo Escolar de Cataluña un mensaje de "serenidad, consciencia, responsabilidad y tranquilidad" a la ciudadanía ante el inicio del curso escolar.
       Para Maragall, las medidas que recoge el protocolo deberían ser las "habituales", pero ha señalado que con el contexto de la gripe A "es obvio" que hay que "extremar" las precauciones.
       Limpiar frecuentemente los juguetes, los instrumentos de música y el material escolar, desinfectar más y evitar que los niños compartan vasos o cubiertos, taparse la boca al estornudar y después lavarse las manos son consejos que pueden hacerse extensibles a la población en general.
       Además, la Generalitat recomienda a los centros educativos que cualquier persona con síntomas gripales se quede en casa hasta 24 horas después de la desaparición de la fiebre y, en el caso de los niños de guarderías (0-3 años) y de infantil (3-6 años), estén como mínimo siete días en casa desde la aparición de los síntomas y hasta 24 horas después de que desaparezcan.
       Ante esta medida, el conseller de Educación ha negado que tener a los niños enfermos en casa siete días suponga un problema de organización para los padres, ya que las complicaciones para la familia son "exactamente iguales" a las de cualquier otro proceso vírico o de enfermedad.
       Cuando se detecte un caso sospechoso durante la jornada escolar, se avisará a la familia para que se lleve el niño a casa -como ocurre ya con normalidad en casos de fiebre- y se mantendrá al menor aislado en el centro docente mientras tanto.
       "Cuando uno tiene fiebre está más bien cuidado en casa, y por otro lado también ayuda a no propagar la gripe", ha asegurado Geli, que ha resaltado que la principal razón para enviar los niños a casa es que en el entorno familiar reposan mejor que en el centro educativo.
       Una vez la persona contagiada haya vuelto al colegio, se deberán continuar extremando las medidas higiénicas durante unos diez días ya que persiste el riesgo de contagio.
       Pese a todas estas medidas, la Generalitat asegura que no es recomendable realizar una cuarentena de los niños ni del personal que haya estado en contacto con posibles casos de gripe A y, de momento, evita adelantar qué pasaría en el caso de que en una escuela se produjera una falta de asistencia superior a la habitual.
       Geli ha reiterado que no se cerrarán aulas, y que este hecho sólo ocurriría en caso de "criterios casi inexistentes" que deberán decidir los técnicos de salud pública, por lo que ha remarcado que no hay ninguna recomendación en este sentido en el protocolo y que si se tiene que tomar esta decisión será "por otros motivos" ajenos a la gripe A.
       Las recomendaciones del protocolo son más estrictas para los niños con factores de riesgo (por diabetes, asma o alguna otra enfermedad crónica) y para las mujeres embarazadas.
       El contenido de las recomendaciones, según señala el propio documento, se podrán ir modificando a medida que la situación lo requiera.