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Números para soñar

L. Adelante

Desde que la Real descendió a Segunda en Valencia el 17 de junio de 2007, toda la institución, todo lo que representa el club txuri urdin no vivía una felicidad como la que vive ahora, líder de Segunda División tras un magnífico arranque de campeonato. En estos dos años largos de caminar por el infierno pudo haber momentos puntuales de mayor felicidad pero como vinieron seguidos de un tortazo mayúsculo, no se pueden comparar con la esperanza que se ha instalado ahora en la familia realista. Han tenido que pasar 91 partidos en Segunda para que la Real disfrute, por primera vez, del liderato de la categoría y lo ha alcanzado con un 'once' en el que, por segunda semana consecutiva, se han alineado diez jugadores de la cantera, lo que amplifica los efectos del gran arranque. Siendo prematuro para extraer cualquier tipo de conclusión definitiva, es inevitable que en la Real se haya declarado el estado de optimismo.

La Real sólo había conseguido ser segunda hasta la fecha en dos ocasiones en Segunda. La semana pasada, tras ganar en Soria y a estas alturas de la pasada campaña cuando alcanzó la segunda plaza tras empatar en Alicante. El salto de calidad dado ante el Salamanca no deja de ser testimonial pero ratifica la progresión realista que ha pasado de ser un equipo dubitativo en las primeras tres o cuatro jornadas a un grupo que empieza a creer en lo que hace, con una serie de puntos de apoyo perfectamente reconocibles.

El liderato no es anecdótico

El liderato no es lo de menos, porque además del alegrón, significa que hay algo por detrás. Pero es evidente que todavía no quiere decir nada clasificatoriamente hablando. En cualquier caso, tres equipos que iban líderes a estas alturas del campeonato en las últimas diez temporadas lograron ascender, por lo que tampoco es descabellado anunciar que la Real ya ha presentado su candidatura a subir. Es evidente que para seguir los ejemplos de Málaga (07/08), Levante (03/04) y Sevilla (00/01) la Real tendrá que añadir un puñado de puntos más a los quince que ha sumado en estos siete partidos pero no es menos cierto que muchos ascensos se fundamentaron en fulgurantes rachas iniciales.

Además, lo que conviene no perder de vista es que en siete de estas últimas diez campañas, uno de los equipos que terminó ascendiendo, ya se había incrustado en el trío cabecero para la séptima jornada liguera. Una buena razón para que la Real defienda con uñas y dientes su privilegiada posición, que bien sabe lo que representa ir siempre por detrás. Persiguiendo. No ha parado de hacerlo en las dos anteriores temporadas quedándose siempre con la miel en los labios. A las puertas del ascenso. ¿A la tercera será la vencida?

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