SEVILLA-Frente a la cascada de datos negativos que provoca la crisis económica, hay otros terrenos donde los números se miran con esperanza. Hasta julio se contabilizaron un total de 426 trasplantes en los hospitales públicos andaluces, frente a los 382 del mismo periodo de 2008. Un once por ciento más. Para final de año se prevé llegar a la cifra récord de 700. Una de las causas es el incremento de donaciones: 177 de órganos procedentes de personas fallecidas (168 de enero a julio de 2008) y 27 de donante vivo, todas ellas de riñón. Muy por encima de los 14 transplantes de este tipo en 2008. El crecimiento es del 93 por ciento.
Pese a todo, una de las asignaturas pendientes es el trasplante renal de donante vivo. Se estima que a finales de este año se acometan entre 40 y 45 operaciones de este tipo, lo que representaría algo más del diez por ciento del total de trasplantes renales que se hacen en Andalucía. El incremento es sustancial, teniendo en cuenta que hace tan sólo tres años este porcentaje era sólo del uno por ciento. Pero los países de la Unión Europea alcanzan tasas del 16,9 por ciento y Estados Unidos se sitúa a la cabeza, con el 36,3. Subyace un dato importante en este sentido. El progresivo descenso de muertes de jóvenes por accidente de tráfico provoca que haya menos donantes en este segmento poblacional, de ahí que los jóvenes en lista de espera para un trasplante renal tengan menos oportunidades. Es por lo que en los círculos sanitarios se vuelcan en promover el trasplante de riñón procedente de donante vivo. Tiene pocos riesgos para el que dona y la supervivencia es más alta que en el supuesto de que el emisor haya muerto.
En el caso de donantes fallecidos Andalucía sí está a la cabeza en el ránking mundial. Las donaciones recibidas sitúan la tasa de donación de la comunidad en 37 por cada millón de habitantes, el doble que en los países de la Unión Europea (18), superior a los Estados Unidos (26) y ligeramente por encima de la media española en 2008 (34,2).
Aun registrándose este importante incremento en las cifras de donaciones y trasplantes, a fecha 31 de julio 855 enfermos esperaban un trasplante para mejorar su calidad de vida o salvarla, de los que 618 requieren un riñón, 180 un hígado, 29 un pulmón, 17 un corazón y 11 un páncreas. De ahí que el coordinador autonómico de Trasplantes del Servicio Andaluz de Salud, Manuel Alonso, que presentó los datos junto al doctor del Virgen del Rocío Miguel Ángel Gentil, asegurara ayer que «no hay límites. Queda un largo camino por recorrer». De los hospitales, el Reina Sofía de Córdoba supera a los demás con 113 operaciones en los siete primeros meses del año. La misma cifra que el hospital Regional de Málaga. Seguido del Virgen del Rocío, que trasplantó 111 órganos.
El perfil del donante presenta cada vez mayor edad. La media pasa de los 35 años en 1991 a los 56. Dos causas influyen: disminución de donantes fallecidos como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos ocasionados por accidentes de tráfico y aumento de donantes cuya causa de muerte es un accidente cerebral vascular, que habitualmente son personas de edad avanzada.
Según un análisis reciente del registro de trasplantes renales las tasas de supervivencia tanto del receptor como de su órgano trasplantado han ido mejorando constantemente durante los últimos 25 años. Las posibilidades de que un paciente siga con vida a los cinco años de una operación han pasado del 84 por ciento a mediados de los años ochenta al 92 por ciento en la actualidad. En ese intervalo, la posibilidad de que el órgano siga funcionando ha subido de un 59 por ciento hasta el 78 por ciento.