Motín o amotinamiento, según la jefa del área, Antonia Palomo, que ha diferenciado entre ambos términos, sinónimos según el diccionario María Moliner, aunque no en el de Palomo, en el que el primer término incluye hacerse con el control de un centro, y en el segundo no.

Juan Hernández ha recordado la dificultad que entraña tratar con los menores internos en un centro de reforma, que en algunos casos han cometido "infracciones muy graves" y con "conflictos que pueden generar tensiones". El Gobierno ha vueto a utilizar la plantilla como escudo humano ante los problemas, reiterando su apoyo a un colectivo de trabajadores que nadie ha cuestionado en los últimos días.

Palomo pide respeto para los menores

En esta ocasión ha dado la cara la propia jefa de área, Antonia Palomo, que ha comenzado asegurando que ha comparecido por petición de su director general, y no porque se "haya vendido al PP". Palomo ha pedido "respeto" a los menores, porque tienen derecho " a una oportunidad para salir adelante". Menores internos en el centro con delitos contra la salud pública, robo con intimidación y violencia, asesinato o intento de homicidio, como ha relatado la propia Palomo. Menores que además en algunos casos no lo son, porque cometieron los delitos por debajo de los 18 años, pero que por la nueva ley pueden seguir en el centro de reforma pese a cumplir la mayoría de edad.

En el caso del motín o amotinamiento del martes, Palomo ha explicado que los implicados fueron dos menores, y uno que colaboró, que se rebelaron dentro de sus habitaciones. Como uno de ellos contaba con un "cristal de grandes dimensiones", la dirección decidió utilizar un recurso presente en la Ley del Menor, que es el de requerir la presencia de la Policía cuando una vida corra peligro. En este caso se temía por la propia integridad de uno de los menores amotinados que amenazaba con autolesionarse, según Palomo.

Situaciones "difíciles de comprender" para la mayoría según la jefa de área, pero no para "un menor en conflicto social". El centro de Punta Blanca "no sufre ninguna enfermedad" según Antonia Palomo, sino las situaciones que afirma son habituales en este tipo de instalaciones. Pese a todo, Palomo reconoce que en las últimas semanas se han detectado conductas no habituales, con referencias como que Punta Blanca "no es Guantánamo" o sobre denuncias. 

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