La atípica campaña de Unión Progreso y Democracia


La atípica campaña de Unión Progreso y Democracia

- UPyD renuncia a mítines, megafonía y al puerta a puerta. Realizará una campaña austera, con dos sillas y una mesa y hablando con la ciudadanía cara a cara para explicar sus soluciones a las preocupaciones de cada uno

- El objetivo es erigirse en "fiel de la balanza de la gobernabilidad de España" poniendo fin a los 'chantajes de los nacionalistas'

En medio de una campaña sin demasiada ‘chicha’ se erige la ilusión de Unión Progreso y Democracia. El partido de Rosa Díez concurre por Ceuta con Jacob Hachuel como candidato al Congreso y con Samira Mohamed como única candidata al Senado. Y lo hace con ilusión y la frescura que da el saber que no tiene nada que perder y que sus intereses son realmente lo que dice su programa y no otras cosas. Y van a defender esas ideas de un modo atípico en los tiempos que corren. Esta media noche, como mandan los cánones pegaban carteles en lo que ya es su lugar tradicional para arrancar las campañas, la mitad de la Marina Española. Allí, en medio de la lluvia, Jacob Hachuel ha explicado su atípica campaña con mucha energía.

“Nuestra campaña va a ser austera, una campaña en la que no vamos a jugar sucio, no vamos a descalificar a los demás, porque luego resulta que definitivamente las campañas se convierten en sucias, nada austeras y se acaba descalificando a los demás. Pues Unión Progreso y Democracia no lo va a hacer así. No vamos a pegar carteles en donde está prohibido pegar carteles, no los vamos a pegar en árboles, ni en murallas o muros, ni en tapias. Tampoco vamos a hacer mítines porque consideramos que el pueblo español ya es suficientemente adulto como para no tener que motivarse con un mitin electoral. No vamos a hacer megafonía porque consideramos que la megafonía lo único que produce es ruido porque la gente está harta de megafonía y es molesta. No vamos a hacer visitas a domicilio porque no nos gusta hacer lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros y consideramos que el domicilio es un lugar muy privado y no se debe molestar a las familias cuando están en su domicilio”, ha negado y desarrollado Hachuel.

Y sin carteles en sitios indebidos, sin molesta megafonía, sin el incómodo puerta a puerta y sin mítines ¿qué le queda a Unió Progreso y Democracia? El diálogo personal y cara a cara con la ciudadanía y de uno en uno.

“Vamos a poner una mesa y dos sillas y vamos a decirle al ciudadano ‘siéntese y háblenos. Díganos qué es lo que le preocupa de la situación actual’. Y en función de lo que nos diga nosotros le informaremos de lo que se propone hacer Unión Progreso y Democracia sobre la preocupación de cada ciudadano, personalmente y de uno en uno”, ha explicado Hachuel.

Así que si paseando durante los próximos quince días ve a un hombre sentando en un silla delante de una mesa y envuelto en artefactos de color magenta tenga claro que es el candidato de UPyD al Congreso y si es una mujer la candidata al Senado.

El ambicioso objetivo que persigue el partido de Rosa Díez y por lo que Hachuel ha pedido el voto es para hacer de “fiel de la balanza de la gobernabilidad de España”, en palabras de Hachuel.

“Se ha demostrado que las mayorías absolutas nunca han funcionado. No podemos estar en manos de los nacionalistas para gobernar el conjunto de España. UPyD pretende ser el fiel de esa balanza. Que los partidos que quieran gobernar tengan que contar con UPyD, cuya intención es el bien común, de toda España. Partiendo de la base de que nunca, nunca aceptaremos ni negociaremos en base a una cartera ministerial, si no en base al programa y al bien común. Como por ejemplo la devolución de transferencias al Estado como la de Educación porque los niños españoles no pueden estar a la cola de Europa”, ha argumentado Hachuel.

La atípica campaña de Unión Progreso y Democracia


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