Caballas parece haberle tomado la delantera al propio Gobierno en lo que a medidas sobre empleo se refiere. La coalición no ha dejado pasar un solo Pleno desde que comenzó la legislatura sin centrar en este problema alguna de sus propuestas. La mayoría las ido rechazando el Ejecutivo de Vivas a través del Grupo Parlamentario Popular, aunque luego, en algunos casos haya presentado como iniciativa propia algunas de las ideas plasmadas y defendidas por la coalición en las sesiones plenarias –la mayoría dentro de su programa electoral–, como fue el caso del Plan de Empleo destinado en su totalidad a los jóvenes. Este martes, la coalición ha logrado el apoyo del PP para dictar desde el Pleno nuevos criterios que rijan la selección de beneficiarios de los Planes. Al acuerdo no se ha sumado el PSOE a pesar del denodado intento de alcanzar la unanimidad llevado a cabo hasta por el propio presidente Vivas.

La propuesta que ha defendido Mohamed Alí ha contado con el respaldo del PP. El Gobierno a través de la responsable de Empleo, Yolanda Bel, ha enmendado el texto dispositivo de la coalición, si bien, sin alterar su espíritu.

Ese espíritu pasa por reformar el peso de los criterios que vienen operando hasta ahora. Tanto el PP como Caballas han ilustrado con dos ejemplos qué es lo que se pretende conseguir con estos cambios. En el del PP, se trata de evitar que los Planes de Empleo y su posibilidad de acceso a los mismos sean un obstáculo para que los desempleados encuentren empleo dentro del mercado laboral. Y así, se penalizará, aunque no se explicita cómo, el hecho de rechazar ofertas de trabajo o de no realizar una búsqueda activa de empleo. Casos que aseguró el PP se han dado de personas que no han querido aceptar ofertas de trabajo por estar esperando el Plan de Empleo y no querer perder su antigüedad como demandantes.

En el ejemplo de Caballas se trata de que no accedan a los Planes “la mujer de un capitán del Ejército, sin que tengamos nada contra el Ejército, por delante de un albañil que ha perdido su empleo y su sueldo sostenía a su familia, porque se dé el caso que la primera lleve más tiempo en el paro”, ha explicado Alí.

Son dos ejemplos que ilustran bien el tipo de cambio que se propone. Y que se basan en que “la gestión llevada hasta ahora no ha sido satisfactoria o ha sido muy deficiente, en nuestra opinión. Deberíamos reflexionar si los Planes sirven para conseguir lo que todos queremos, una verdadera formación para acceder al mercado laboral, con disfunciones denunciadas incluso por la propia Inspección de Trabajo”, ha argumentado Alí.

Y es que esa es otra de las líneas en las que se quiere actuar en que la formación que reciben los beneficiarios sea más importante aún, sin que suponga ello un incremento en la cuantía a percibir. Llegando a hablar de programas de cursos lectivos completos.

Esas disfunciones que ha denunciado la Inspección de Trabajo tienen que ver con la cobertura de plazas propias de la Administración Pública por personal del Plan de Empleo, algo que también se quiere cambiar, dejando claro que en ningún caso se podrán implementar programas que supongan que los beneficiarios cubran plazas propias de la función pública, si bien aquí es uno de los puntos en los que el PP ha introducido una enmienda, para reducir ese margen a las plazas de funcionarios de carrera, algo que ha reprochado el PSOE y que ha alejado la unanimidad.

Con todo el cambio más importante estriba en no hacer determinante la antigüedad y dar más peso, tal y como pedía Caballas, a la situación de exclusión social de los demandantes de empleo y a las cargas familiares, así en los nuevos criterios lo tendrán más fácil quienes sustentan a su familia y se han quedado sin trabajo, a pesar de no contar con mucha antigüedad. Ajustando más el tiro de la medida paliativa al objetivo de luchar contra esa creciente pobreza y su consecuencia en forma de exclusión social.

Se premiará también a los jóvenes desempleados (su tasa de paro es de las mayores de Europa) y seguirán teniendo muchas opciones los parados de larga duración, pero sin que esta sea determinante, como sucede hasta ahora.

Lo aprobado este martes son sólo criterios refrendados por el Pleno de la Asamblea. El Gobierno que ha respaldado la propuesta de Caballas, tendrá ahora que elevar estos criterios al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y al Ministerio, que son en última instancia quienes marcan el rumbo y realizan la selección de beneficiarios.

El PSOE se abstiene

En un principio Carracao ha anunciado su voto en el mismo sentido que la coalición, tal y como marca la cortesía de la oposición parlamentaria, para después cambiar el sentido del mismo y abstenerse.

El PSOE se ha mostrado dispuesto a apoyar el texto presentado por Caballas que sólo alcanzaba a incidir en dar prioridad a los parados con cargas familiares, sin mencionar la antigüedad como demandantes, y refrendar que no se pueden cubrir puestos propios de la administración, sin la apostilla de “funcionarios de carrera”, introducida por el PP.

Se trata de refrendar “cosas obvias”, según Carracao y según reconoció la propia Bel, pero para el socialista se abría la puerta a incumplir la normativa que rige la selección hasta ahora. Una orden ministerial, “susceptible de cambiarse”, tal y como le ha recordado el propio Vivas, en una intentona final por sumar al PSOE al acuerdo y lograr la unanimidad.

“Se trata de establecer aquí los criterios de oportunidad, por supuesto tendrán que cumplir la Ley. Esto es lo que quiere la Asamblea, pero después se trasladará a los ámbitos competentes”, le ha explicado Vivas, tratando de tranquilizar a Carracao para dejar claro que en ningún caso se estaba abogando por medidas que vulneraran la legalidad. No pudo ser. El PSOE se abstuvo, pero de ahora en adelante, la intención es gracias a la propuesta de Caballas y los votos del PP, que los Planes lleguen más a quienes más los necesitan y sirvan mejor a la empleabilidad.

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