"El servicio de seguridad privada de El Tarajal sigue generando preocupación entre los trabajadores que integran la plantilla". No lo dice Ceuta al Día; lo dice Comisiones Obreras. La cúpula del sindicato, que se ha reunido en hasta tres ocasiones con el delegado del Gobierno, ha salido este 4 de diciembre a la palestra para volver a denunciar "la merma de personal del servicio", que ha pasado de tener a alrededor de 70 trabajadores a 'solo' 36. Para más inri, estos últimos están contratados en condición de fijos discontinuos.

En todos los encuentros mantenidos con Rafael García, la central dice haber detectado "buenas intenciones y predisposición por solucionar el asunto". Pese a ello, las soluciones planteadas por el sucesor de Salvadora Mateos "aún no se han puesto en práctica", motivo por el que "el problema sigue estando presente y sin visos de solucionarse en un período corto de tiempo".

Comisiones propuso en su momento a Delegación la renovación del convenio colectivo por el que se rigen los vigilantes de seguridad desplegados en el paso fronterizo; lo hizo alegando que el documento "no recoge las mismas necesidades que cuando se firmó". "Hay que adaptarlo para afianzar y dotar de presupuesto suficiente a un servicio que se ha demostrado eficaz en los momentos de mayor crisis en lo que a frontera se refiere", defienden los de Emilio Postigo.

CCOO ha tenido a bien recordar que "Eulen mantiene el servicio de manera prorrogada", lo que resulta en que los asalariados trabajan solamente cuatro meses al año, circunstancia que -dicen los sindicalistas- "crea una situación de inestabilidad y desconcierto".

Dicen que a la tercera va la vencida. No ha sido así. Sea como fuere, Comisiones volverá a intentarlo: Postigo y los suyos volverán a reunirse con García "la semana próxima". El objetivo: "Que se dejen definitivamente a un lado las buenas palabras y se pase a los hechos".