"Obviamente ya no existirán las Brigadas Verdes en sí". Es una de las pocas cosas que ha dejado claro el portavoz del equipo de Gobierno y consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, cuando habla del futuro de la entidad, otrora beneficiaria de una subvención nominativa a través de la Federación de Vecinos, y para la que la Ciudad busca la "manera técnica y jurídica" de dar encaje a sus empleados en la organización municipal sin llegar a absorberlos. 'Subcontratarlos' a través Obimace u Obimasa como intermediarias es una de las primeras ideas planteadas por el ejecutivo, que estudiará su "viabilidad".

Para ello la administración ha creado una Mesa de Trabajo sobre la que la Consejería de Medio Ambiente y el Comité de Empresa ya han planteado varias cuestiones y soluciones, entre ellas la reorganización interna de los trabajadores "en base a la negociación de su propio convenio colectivo".

Una reunión celebrada recientemente que Ramírez ha valorado como "muy positiva" y en la que también se han "identificado claramente las diferentes unidades productivas en las que a día de hoy se centra el trabajo de Brigadas Verdes, que es muy variado". Como ejemplos ha mencionado la poda, limpieza o jardinería.

Para su integración en la estructura laboral de la Ciudad, el portavoz ha avanzado que la Mesa ha planteado la "fórmula del encargo a medios propios que podría hacer la Ciudad Autónoma de Ceuta a sociedades municipales para realizar estos servicios". "Concretamente, por actividades similares, podría ser a través de Obimasa u Obimace", ha puntualizado.

Esto abriría la puerta al cambio de sistema de financiación mediante subvención nominativa: "Podría ser mediante una partida de contratos que iría destinada a Obimace u Obimasa para que realizasen ese trabajo". Al no tener estas personal suficiente, "que es una cosa obvia", recurrirían a "esos trabajadores que tienen años de experiencia" sin estar ninguno de ellos en plantilla ni formar parte de ninguna organización, como era hasta ahora las Brigadas Verdes. "La fórmula no sé cómo iría", ha admitido el consejero.

Es confuso, pero Ramírez ha tratado de explicarlo -dentro de su desconocimiento- poniendo el ejemplo de Tragsa. "Cuando hay funciones muy específicas y muy establecidas lo que hacen es prácticamente una subrogación de personal", pero el encargo, desde el Ejecutivo local "sigue siendo un encargo a medios propios".

No obstante, "habrá que estudiarlo" y ver si la medida resulta "operativa", ha insistido con cautela. De la "viabilidad presupuestaria y jurídica" dependerá si sale adelante o no.

La semana que viene, el miércoles, la Mesa de Trabajo se reunirá con los grupos políticos. Una propuesta que, ha recordad, fue elevada a Pleno por MDyC.