La Ciudad ha sacado a concurso, por alrededor de 43.000 euros, el contrato para la mejora de la accesibilidad a la playa Juan XXIII, a la que hasta ahora se accedía por una rampa de hormigón situada en la Avenida Martínez Catena. El plazo de ejecución de las obras será de un mes desde el inicio de los trabajos.

El acceso existente, explica el pliego de condiciones, cumple solo parcialmente con las normativas de accesibilidad vigentes y ha demostrado no ser eficaz frente a la fuerte acción erosiva del litoral cediendo parte del tramo ante el empuje de los temporales. Esta rampa de hormigón se sustituirá por una rampa de madera pilotada de modo que se evite el proceso de socavación que sufren durante los temporales.

El acceso pretende solventar un desnivel existente superior a los 4 m, a través de una rampa en pasarela situada anexa al muro que delimita la playa, con una superficie de acceso que permita la estancia de personas a modo de mirador.