Las autoridades españolas y marroquíes han echado el cierre este lunes a las 13.00 horas a la primera jornada en funcionamiento del 'Tarajal II', el nuevo paso fronterizo reservado exclusivamente para el tránsito de los ciudadanos del país vecino que se dedican a llevar sobre sus espaldas a su país todo tipo de mercancías adquiridas en la ciudad. Según fuentes oficiales, por la nueva infraestructura han accedido a los polígonos 3.000 personas y han salido 4.000, cuatro veces más de la media de los que lo hacían cada día por el Biutz.

Con esta nuevo equipamiento la Delegación del Gobierno espera descongestionar el paso de vehículos y peatones por la frontera oficial, colapsada casi a diario, y ordenar el trasiego por el entorno de los porteadores, que a partir de ahora solamente podrán cargar con un bulto que no exceda de 60 centímetros de largo y ancho y 40 de alto, el límite establecido para que sean admitidos en régimen de viajeros.

El 'Tarajal II' ha empezado a operar a las 8.00 horas en medio de un gran despliegue de efectivos de la Policía Nacional y la Policía Local reforzado por vigilantes de seguridad y personal de Servicios Tributarios. Los agentes solo han tenido que intervenir para disolver, sin incidentes, al centenar de personas, básicamente 'plantones', que se ha concentrado protestando por las nuevas condiciones ordenadas de cruce. Además, funcionarios de la Agencia Tributaria han colocado un furgón de rayos X para el control aleatorio de algunos paquetes.

Para facilitar la puesta en marcha de los nuevos itinerarios, las autoridades marroquíes han ralentizado a primera hora de la mañana el acceso a la ciudad autónoma de los porteadores, que pueden volver a su país con mercancías de 8.00 a 13.00 horas de lunes a jueves, aunque este primer día el acceso a los canales de paso se ha clausurado veinte minutos antes para dar tiempo a absorber a todos. Alrededor de mil no han podido cruzar este lunes debido a las restricciones.

En paralelo, en el marco de los protocolos de colaboración establecidos, las Fuerzas de Seguridad de ambos países han extremado los controles para evitar el transporte de mercancías en vehículos y acabar con el trasiego de bultos por los carriles peatonales del Tarajal. A primera hora de la tarde no se ha apreciado una presencia significativa de 'camalos' para intentar forzar esa vía.

El volumen de marroquíes que sobreviven trabajando como porteadores entre Ceuta y el país vecino ha aumentado “exponencialmente”, según vienen alertando de forma repetida el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Se estima que cada día cruzan la frontera alrededor de 15.000 vehículos y 25.000 personas y las autoridades españolas han llegado a plantear la necesidad de repensar la excepción al Tratado de Schengen que permite a los residentes en la provincia de Tetuán acceder a la ciudad autónoma sin visado.

El Ejecutivo autonómico se ha comprometido a acondicionar varias parcelas con zonas de sombra, baños y fuentes para mejorar las condiciones de espera de los porteadores de ambos sexos con el propósito añadido de acabar con la imagen “tercermundista” que proyecta de Ceuta una actividad económica que Marruecos tolera pero que considera contrabando.

Durante su última visita a Ceuta, a finales de enero, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, se mostró alarmada por “la dureza de la tarea que realizan, fundamentalmente, miles de mujeres de diversas edades cargadas con grandes y pesados bultos” por cuyo traslado al otro lado de la frontera reciben una contraprestación de entre 10 y más de cien euros en función de su tamaño y contenido.

Becerril pidió a las instituciones “más medios personales y equipamientos más modernos” para atender un comercio transfronterizo “que supone un medio de sustento para un gran número de familias al otro lado de la frontera”.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) mantiene activa una campaña bajo el lema 'Mujeres porteadoras: la injusticia a la espalda' que aboga por limitar a 20 kilogramos el peso máximo de cada bulto, así como por la clausura del puente del Biutz (cerrado desde este lunes) y por la habilitación de “áreas de descanso y servicios como baños públicos, fuentes de agua potable y sombras”.