La compañía Urbaser, que copa la mayoría de contratos públicos de tratamiento y traslado de basuras de Ceuta, ha completado una nueva jugada maestra. El Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) acaba de proponerla como adjudicataria -a través de su marca EcoCeuta S.L.- del servicio de recogida y tratamiento de sus residuos al menos durante un año, siendo prorrogable el acuerdo durante un segundo.

Llaman la atención en este asunto varias claves. La primera, que el Ingesa sacó una primera licitación el pasado mes de septiembre que torpedeó la única compañía que se presentó como candidata. Lo hizo pidiendo más dinero del que el pliego marcaba como presupuesto base de licitación. En aquel caso, 53.007 euros anuales.

La segunda clave es que, fue obviamente EcoCeuta S.L (Urbaser) la única que se presentó -pues es de facto la que dispone de la planta de tratamiento de residuos de la Ciudad (con la licencia caducada)- a sabiendas de que al Ingesa no le quedaría más remedio que incrementar la partida presupuestaria.

Dicho y hecho, según reflejan los documentos a los que ha tenido acceso este periódico, nuevamente la compañía que acumula la práctica totalidad de los encargos públicos que tienen que ver con desechos en Ceuta ha sido solitaria candidata y propuesta para la adjudicación, en la que la Administración ha aumentado el montante económico.

De concretarse la prórroga por un segundo año -algo que se da con enorme frecuencia cuando se contempla ya de antemano en el contrato- el Ingesa desembolsaría un total de 113.568 euros.

Acumulación de contratos y problemas con los barcos

Hace unos meses el Ingesa ya prorrogó con Urbaser la recogida de una gran variedad de desperdicios del edificio situado en la Avenida Otero por 12.500 euros. También la Ciudad extendió el acuerdo para el tratamiento de los neumáticos usados.

Asimismo, en las próximas semanas pasará por Consejo de Gobierno la consignación de gasto plurianual para el tratamiento y salida de la basura hacia la Península de toda la ciudad autónoma. Esto implicará con casi total seguridad que Urbaser reciba de nuevo la concesión de la planta de tratamiento del Monte Hacho.

De hecho, a la vista de los contratos que la firma continúa recibiendo, de no obtener ese privilegio, el problema podría trasladarse al Ingesa (también al Ejecutivo local por las ruedas usadas), al dejar de disponer su empresa concesionaria de un lugar donde realizar los procesos necesarios para compactar los residuos antes de que salgan en un barco camino de la Península.

Por el momento, el problema que ha venido teniendo Ceuta con la basura comienza justo en ese punto, cuando un buque debe llevársela del norte de África. Y es que, como EcoCeuta S.L. (Urbaser) carece de navío, debe alquilarlo, y hasta ahora ha decidido hacerlo con Peregar, una pequeña naviera de Málaga que tampoco tiene en su flota barco que sirva para estos menesteres. Por eso lo subarrenda con otros armadores, lo que ha llevado a severos contratiempos en la frecuencia de recogida.

Nada hace presagiar que la situación vaya mejorar y tampoco que el contrato pueda cambiar de manos.