La Navidad caballa ha llegado este jueves a su cénit. Ajenos, por fin, a todo tipo de restricciones sanitarias, miles de ceutíes se han echado a las calles de la ciudad para presenciar el popurrí de eventos navideños programados para hoy. Los coros, los bailes, los pasacalles... Cualquier excusa era buena para disfrutar de la noche. Y, a 'disfrutones', no nos gana nadie.

Los actos se han ido sucediendo uno tras otro desde bien temprano. Muchos, incluso, se han solapado (lo cual, era inevitable). El mismísimo Papá Noel se ha dejado ver con su trineo por el paseo del Revellín sobre las 19:00 horas. Santa Claus, de hecho, ha llegado a estar en dos sitios a la vez: en uno, bajo la tutela del área de Cultura; en otro, por parte de la Cámara de Comercio.

El propio organismo cameral ha organizado, además, un logrado recital de jazz callejero y una suerte de 'fotomatón de mascotas', en el que los más pequeños de la casa han tenido la oportunidad de fotografiarse junto a perros y gatos.

Finalizado el periplo de Santa, 'Allegro' tomaba la calle Real. Varias decenas de alumnas del estudio de música y danza han ejecutado una coreografía en cada punto en el que había un DJ, logrando meterse a su público en el bolsillo con sus trabajados e hipnóticos movimientos.

En la plaza Nelson Mandela, la nieve ha vuelto a ser protagonista. Hasta ocho cañones de espuma han teñido de blanco la céntrica glorieta (aún más, si cabe) para el disfrute de todos los paseantes. Muchos de ellos no han podido evitar acabar cubiertos hasta las cejas.

La joya de la corona ha sido, sin duda, 'La zambombá' (o 'zambomba', si quien lo pronuncia es natural de Jerez). Anís y guitarra en mano, varios miembros de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío ha deleitado a los presentes en la plaza de España (Correos, para los amigos) con una sarta de villancicos clásicos. 'Los peces en el río' y 'Cuentan los tiempos' han sido los dos que más seguimiento han tenido por parte de los asistentes. El éxito ha sido rotundo; no cabía nadie más en el lugar.