No ha habido forma: el Ceuta se ha dejado dos puntos de oro en su duelo como local ante la Unión Deportiva Melilla. La Agrupación no ha logrado pasar del cero a cero frente al equipo de nuestra ciudad hermana en lo que, en términos generales, ha sido un partido bastante pesado y difícil de ver.

El Melilla visitaba el fortín caballa sin haber conocido aún el triunfo en lo que llevamos de campaña; a sus espaldas, tres derrotas y dos empates. Paralelamente, los blancos querían sumar la que habría sido su cuarta victoria consecutiva, circunstancia que, finalmente, no ha sido posible.

Las gradas del Murube presentaban un ambiente próximo al de las grandes citas. Según el club, un total de 4.956 aficionados han presenciado el lance de cabo a rabo. Entre esas casi 5.000 almas, había infiltrados un buen puñado de seguidores del cuadro rival. La expedición, al parecer, se desplazó hasta nuestra urbe en autobús atravesando toda la costa norte de Marruecos. Casi nada.

Sabedor de la significancia que entrañaba la cita, José Juan Romero ha decidido no reservarse ningún efectivo. El once inicial dispuesto por el sevillano para plantar cara a su hoy adversario ha quedado conformado como sigue: en portería, la titularidad ha sido para Pedro López; Fabrizio Danese y Capa han ocupado el centro de la defensa, con Redru y Fran Rodríguez por ambos laterales; Lolo González, Ñito y Ale Meléndez se han situado en el centro del campo; Cedric y Carlos Doncel han hecho lo propio en la delantera, con Pablo García como referencia en punta.

Pese a lo plano del marcador, el encuentro no ha estado exento de intentonas de gol (y no precisamente del lado melillense). La primera ocasión clara de cara a puerta la protagonizaría Danese con un cabezazo servido en bandeja por parte de Pablo. Tras un bote en el área pequeña, el balón era hábilmente rechazado por parte del guardameta visitante.

Las oportunidades se iban sucediendo una detrás de otra, pero el tanto no caía. Por desgracia para los nuestros, Pablo se veía obligado a abandonar el terreno de juego poco antes del minuto 35 luego de recibir un golpe de un contrario en el femoral de la pierna izquierda. Entraba en su lugar Cristian López.

El encuentro llegaba al descanso sin movimientos en el luminoso del Estadio Municipal. De nuevo sobre el verde, el Ceuta se crecía en ataque. La pólvora, no obstante, se antojaba del todo insuficiente. A la hora de partido, JJ decidía sacar del campo al que, hasta ese mismo momento, estaba siendo el jugador más desequilibrante de los once titulares: Cedric. Adri Cuevas pasaba a ocupar su lugar. Ñito y Doncel corrían la misma suerte que el ex del Atlético de Madrid. Los sustitutos: Aisar y Fran Carnicer, respectivamente.

A pesar del nuevo planteamiento táctico de Romero, los cambios no serían suficiente para dar a la contienda ese necesario paso adelante; tampoco la expulsión de un rival. Transcurridos veinte minutos de la reanudación, Antonio Marchena veía la roja directa tras una durísima entrada sobre Aisar que, además de dejar dolorido al ariete caballa, derivaba en un conato de tangana que, por fortuna, no llegaría a mayores. Eso sí: dos integrantes del cuerpo técnico de la Unión también acabarían siendo expulsados por protestar enérgicamente.

El último de los cambios servía para dar entrada a Dani Romera por Ale Meléndez. De nuevo, ninguna sorpresa; el enfrentamiento se adentraba por completo en un impasse, un callejón sin salida del que, por momentos, el Ceuta pedía a gritos ser rescatado.

Ya durante los seis minutos de descuento decretados por el colegiado, los nuestros se aferraban -no sabemos si por mandato o por voluntad propia- a colgar balones al área esperando un concluso remate que nunca llegaría. Finalizaba así, sin grandes dispendios, el primer gran derbi norteafricano de la temporada regular.

La sensación final, desde luego, es la de que el Melilla ha ganado mucho, muchísimo más que el Ceuta. Ambos conjuntos volverán a verse las caras a finales del próximo mes de enero; esta vez, lejos del calor de la siempre incondicional hinchada caballa.