El Ceuta está completamente intratable. La Agrupación se ha impuesto este 17 de septiembre por la mínima a un Alcoyano al que esa histórica moral que tanto se le atribuye le ha servido de poco. A falta de que la cuarta jornada de competición eche el cierre, la gesta le ha valido al equipo que comanda José Juan Romero un liderato provisional tras el que hay tres victorias y un empate: el contador de derrotas permanece aún a cero.

Para mayor gloria de la siempre leal hinchada caballa, los nuestros se han desempeñado como locales. El Alfonso Murube estaba lleno hasta la bandera, algo que ya empieza a ser costumbre. El viento y la repentina bajada de temperaturas no han sido impedimento alguno para los cientos de aficionados que hoy, por fin, han visto campeonar en casa al club de sus amores por primera vez en lo que llevamos de campaña.

No era una final, pero tampoco un partido de tres al cuarto. Sabedor de ello, JJ ha decidido no escatimar en recursos. El once inicial dispuesto por el de Gerena para plantar cara al conjunto de la provincia de Alicante ha sido el siguiente: bajo palos, la titularidad ha sido para Pedro López; Capa y Fabrizio Danesa han ocupado el eje de la zaga, con Fran Rodríguez y Redru por los costados; Lolo González, Ale Meléndez y Ñito se han situado en la medular; Carlos Doncel y Cedric han hecho lo propio en el frente de ataque, con Pablo García como hombre más adelantado.

Pese a lo corto del resultado, el grueso de las ocasiones ha sido para el equipo ceutí. El gol, de hecho, llegaba transcurridos apenas diez minutos del pitido inicial después una falta de Sergio Nieto sobre Meléndez en el área propia, circunstancia que devenía no solo en un penalti de manual, sino en la expulsión por roja directo del lateral zurdo visitante.

Luego de un par de minutos de discusiones y quejas varias, Pablo colocaba el balón con suma delicadeza sobre el punto de lanzamiento para, posteriormente y casi sin pensarlo, mandar el balón al fondo de las mallas de la portería defendida por José Perales. El tanto, claro está, provocaba un estallido de júbilo en las gradas del coliseo blanco.

Las oportunidades de gol seguirían cayendo, en su mayoría, del lado del Ceuta. No obstante, a pesar de la patente superioridad en ataque de la escuadra caballa, la contienda se iba al descanso sin movimientos en el luminoso del Estadio Municipal.

De nuevo sobre el verde, el Alcoyano protagonizaría el que sería su más claro chance de gol. Pablo Carbonell botaba desde la frontal del área un balón que a duras penas lograba cabecear Haritz Albisua. Por fortuna, el cuero era exitosamente rechazado por el cancerbero local tras una antológica estirada.

Aunque de manera infructuosa, las ocasiones continuarían sucediéndose para el Ceuta durante el resto de la segunda parte. Lamentablemente, el tanto de gracia no llegaría. Tras cuatro minutos de prolongación, el colegiado decretaba el final del encuentro: los tres puntos se quedaban en casa.

Invicto, el Ceuta tratará de dar continuidad a su buena y halagüeña dinámica dentro de tan solo siete días ante el Atlético Baleares, quien, actualmente, ostenta el último puesto de la tabla clasificatoria con tan solo un punto de renta en su haber. Los ánimos, desde luego, parecen caldeados; este es el camino.