El PP nacional anda estos días en una especie de laberinto de difícil salida, al que sólo el no rotundo a investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno de Junts per Catalunya podría poner encontrar salida abocando al país a una repetición electoral. Sus estrategas y su líder lo fiaron todo a que las urnas arrojaran un resultado que permitiera a Núñez Feijóo ser presidente con los escaños de los populares y los de VOX. Y ahora que los números no dan parecen haberse dado cuenta que mientras tengan pegado a los de Abascal nadie más va a querer juntarse con ellos. Quizás de haber seguido el ejemplo de Juan Vivas las cosas serían distintas. Pero tras dinamitar todos los puentes con el PSOE y poco menos que hacer de lema de campaña el “derogar el sanchismo”, coquetear con el “que te vote Txapote” o llevar toda una legislatura sin cumplir con la Constitución y renovar el Poder Judicial, la llamada ahora a Sánchez a entenderse para hacer un Gobierno de coalición suena algo desesperada.

Y en esa dicotomía parece seguir moviéndose el partido en las esferas nacionales. Este viernes, Juan Bravo, responsable económico de Génova, ha insistido desde Ceuta en por un lado cuestionar la gestión económica del Gobierno, reinterpretando los datos macroeconómicos y negando que tengan repercusión en las economías domésticas, y por otro en reivindicar la necesidad de que se permita a Feijóo gobernar. “Nunca en España ha dejado de gobernar la lista más votada”, ha expresado Bravo para insistir en esa idea, tratando a duras penas de separar esa idea de lo que ha pasado en los parlamentos regionales, donde el PSOE a pesar de ser la lista más votada no gobernará Extremadura donde el PP ha sumado con VOX, o Canarias donde el PP ha dado la Presidencia y el Gobierno a Coalición Canaria. Antes ya había pasado lo mismo en Andalucía (donde Bravo fue consejero de Economía) o en Castilla y León.

Bravo habló este viernes desde Ceuta de datos económicos después de haber sido ampliamente cuestionado el jueves en la opinión pública por sus críticas a los datos de la EPA que señalaron de nuevo la bonanza que vive el mercado laboral con ese récord de cotizantes por encima de los 21 millones de personas o la tasa de paro del 8 por ciento, que se considera Pleno Empleo en tres autonomías, y después de que sus propios correligionarios con responsabilidades en gobiernos autonómicos hicieran suyo el éxito de esos datos que Bravo ha insistido en criticar este viernes, tal fue el caso de Moreno Bonilla en Andalucía o Mañueco en Castilla y León. No lo hizo Ayuso en Madrid directamente, pero sí su Gobierno.

Para Bravo los datos económicos apuntan ya a un estancamiento, desaceleración o pinchazo que atribuye a que el Gobierno de Sánchez no lo está haciendo bien, a pesar de que a ese récord en el empleo se llega después de una pandemia que cerró el país y el mundo y de una guerra en Europa que ha provocado una inflación desbocada, crisis en los suministros de todo tipo y un problemón energético que ha provocado que la Unión Europea se ponga las pilas con la transición hacia modelos sostenibles de energía.

El primer dato del que ha tirado Bravo para defender sus tesis es el del PIB, crece un 0,4 por ciento. “Menos que el trimestre anterior y apunta a cierta desaceleración”, ha señalado Bravo. Para el popular lo peor es que el crecimiento de este trimestre se ancla en la demanda interna y muestra ya caída en la demanda exterior. “Apunta esa desaceleración que algunos venimos diciendo hace tiempo. Y hay que recordar que cuando hablamos de estos datos somos el penúltimo país de la Unión Europea en recuperar los niveles previos a la pandemia. Estamos rebotando”, ha dicho Bravo.

Algunos no vienen avisando de la desaceleración, lo ha hecho el PP, que lleva vaticinando la hecatombe económica desde la pandemia, primero con Pablo Casado y luego con Feijóo, sin que la realidad haya acabado por darles la razón y pareciéndose cada vez más al cuento de Pedro y el Lobo, pero igual que antes o después escampa, algún día lloverá, porque la economía es cíclica.

Bravo ha seguido por el IPC. Aquí lo tiene algo más fácil. Incluso a pesar de que el de España es el más bajo de toda la Unión Europea, aunque eso no lo ha dicho. “La inflación no aminora, sigue incrementándose”, ha afirmado.

Y para defender lo mal que está la cosa para salir de casa a gastarse algo, ha puesto un ejemplo. “Si en 2021 engordé 5 kilos y en 2022 engordé 4, el optimista dirá que he engordado un kilo menos, el realista dirá que he engordado 9. En la cesta de la compra en algunos casos el incremento de precios es del 30 por ciento y eso supone un enorme esfuerzo para las familias”, ha explicado.

Sí, las economías domésticas sufren esa subida de precios: en el súper, en la gasolinera, en la factura de luz y gas, en las hipotecas castigadas por las sucesivas subidas de tipos del Banco Central Europeo, la última ayer, que redondean un incremento medio en las hipotecas de 300 euros mensuales, más de 3.000 euros al año y que merman la disponibilidad económica de las economías familiares.

“Independientemente de los datos macro, la realidad, lo que importa, es la economía doméstica, los españoles pagan más por la luz, por el gas, por la hipoteca y por la compra”, ha sentenciado Bravo.

Y eso sí, no señala como culpable de forma directa a Sánchez, cuyo partido pasó a ser considerado de Estado tras el domingo por el propio Núñez Feijóo. Pero va implícito en el discurso.

Y como no va a llover y la sequía sigue y seguirá, la producción en el campo va a volver a ser escasa y los precios de algunos productos de alimentación van a seguir subiendo. Avisa Bravo. Y a esto suma” los 43.000 millones de euros más en impuestos que los españoles han pagado desde 2019, sin mayor economía”, porque batir récords de cotizantes a la Seguridad Social que pagan impuestos se supone que no genera economía al menos en las tesis de Bravo.

Tampoco ha aclarado Bravo cuántos de esos 43.000 millones de euros han salido de los impuestos especiales a la banca o a las eléctricas o de los tramos altos del IRPF que el Gobierno Sánchez ha aplicado y contra los que el PP ha votado en contra y se ha opuesto con rotunidad.

Y vienen “los pagos en las autovías y la eliminación de incentivos fiscales en el IRPF y el Impuesto de Sociedades, se habla de 30.000 millones en impuestos. Alguien se puede empezar a plantear que quizás el esfuerzo no se le puede pedir a los españoles teniendo 22 ministerios. Esa es nuestra reivindicación, los españoles piden un cambio importante para que se produzca una mejora en su situación”, ha explicado Bravo.

El popular cree que ese cambio es el que se expresó en las urnas, que claramente ganó el PP las elecciones. Lo que no queda claro es si el PP le va a pedir el esfuerzo a la banca en niveles récords de beneficio o las eléctricas o si los españoles dejarán de pagar ese esfuerzo en impuestos para pagarlo en menos escudo social, en menos médicos y enfermeros o en menos gasto en educación.

Y continuación la EPA, la Encuesta de Población Activa que el jueves regaló al Gobierno de Sánchez una estadística de récord en positivo. Y que Bravo no ha dudado en volver a poner en duda este viernes, a pesar de que los barones populares la usaron en el mismo sentido que el Gobierno central.  “Cualquier dato que diga que se crea un solo puesto de trabajo es una buena noticia” ha empezado Bravo, pero… “España es el país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo. No es buena noticia”.

Y para rebatir los datos boyantes de empleo y el supuesto éxito de la reforma laboral y su repercusión sobre la estabilidad en los nuevos contratos, Bravo apunta a que se trabajan menos horas. Bravo ha llegado incluso a decir que esa falta de horas trabajadas, esos trabajos sin llegar a explotar todo el potencial son los que harían que mucha gente ni se plantee trabajar, a pesar de que la EPA del jueves señalaba precisamente que la población activa, la que quiere trabajar también había crecido, lo que otros expertos interpretan como la confianza de la población en las posibilidades de encontrar trabajo.

Pero en esa dicotomía general en la que parece haberse instalado el PP, Bravo no ha dudado en repasar medidas que había propuesto su partido para combatir la inflación, mejorar la empleabilidad y la economía y que el PSOE tras negarlas acabó copiando en parte. Él atribuye el escaso éxito económico del Gobierno, según su visión, justo a esas medidas, aunque cualquier podría pensar que si la economía está hecha unos zorros, como sostiene el PP, y el PSOE le ha copiado las medidas al PP, con el PP no iría mucho mejor.

Bravo ha reclamado al Gobierno que aproveche los 200.000 millones de euros disponibles de fondos europeos, que anticipe la vuelta a las exigencias fiscales de la Unión Europea que traerán de nuevo ajustes para cuadrar el déficit público y que simplifique trámites que permitan aprovechar la relocalización de la industria, las energías renovables y la transformación tecnológica o en el caso del agua, supongan una inversión en infraestructuras que protejan al país de futuras sequías para que no suceda como ahora.

Eso y que apueste por construir viviendas más que por una Ley, “que tal vez haga falta, pero lo que es seguro es que cada año hacen falta entre 30.000 y 40.000 viviendas más de las que se hacen”.