Comisiones Obreras dice tener constancia de la existencia de "un malestar creciente" en el seno de Clece, un servicio de ayuda sanitaria a domicilio que opera en suelo ceutí. Según la central sindical, "el problema radica en la forma en la que el equipo de coordinación elabora los cuadrantes". En ellos -dicen- "no se reflejan los tiempos reales de los desplazamientos".

Claro está, esa supuesta contabilización indebida estaría afectando, en esencia, a los asalariados de la mercantil, circunstancia que, para CCOO, "pone en grave riesgo su seguridad". En palabras de la entidad, "entre el domicilio de un usuario y el domicilio siguiente, se estipula que debes llegar en cuatro minutos", sin importar la distancia.

Pese a que el comité de empresa se ha reunido "en numerosas ocasiones" con el equipo de coordinación para tratar de solucionar la problemática, las respuestas de los responsables de la compañía "siempre han sido evasivas". "Se argumenta que se está tratando de contratar a nuevo personal, pero el problema se alarga en el tiempo y la presión que tienen los trabajadores es cada vez mayor", arguye Comisiones.

Dada la situación, UGT y la propia CCOO han decidido poner los hechos en conocimiento de la Administración "para que se reflejen en las planillas de trabajo los tiempos reales de desplazamiento" y devolver, así, la seguridad a la plantilla.

Ambos sindicatos entienden que, "además de ponerse en riesgo a los empleados con esta forma de organizar el trabajo, no se puede dar un servicio de calidad a los usuarios"; todos ellos, personas de la tercera edad, con discapacidad o en situación de dependencia.

Comisiones y la Unión han amenazado a Clece con emprender movilizaciones en caso de que la cosa no llegue a buen puerto: "La plantilla baraja un calendario a partir de la primera semana de julio". "Es humanamente imposible seguir trabajando con este nivel de estrés y desasosiego", concluyen Emilio Postigo y los suyos.