La plantilla de la desaladora ha decidido este 9 de octubre "por unanimidad" declararse en huelga a partir del próximo día 23. El motivo: "La inseguridad jurídica en la que se encuentran los trabajadores" ante la explotación de la ampliación de la central sin haber sido esta entregada a la Ciudad.

Según el relato ofrecido por Comisiones Obreras, los asalariados han tomado la decisión al término de un encuentro que ha encabezado Emilio Postigo Junior, cuyo equipo dice llevar "meses" trabajando para tratar de dar solución a un escenario que -dicen- "genera una inseguridad manifiesta".

A mediados del pasado mes de agosto, el propio Postigo se reunió con el delegado del Gobierno para pedirle que emprendiera "las actuaciones necesarias" en pro de "agilizar los trámites" con los que materializar la cesión de la planta. Pese a que entonces la respuesta fue "de conformidad", CCOO asegura que "aún no se han dado los pasos necesarios para la entrega de las instalaciones".

Los sindicalistas afirman que las "gestiones" realizadas hasta el momento por parte de la Administración local "han sido insuficientes", puesto que "la firma aún no se ha producido". "Durante todo este tiempo, la plantilla ha estado desempeñando sus funciones de buena fe, con paciencia y responsabilidad, pero la situación se ha alargado ya demasiado en el tiempo", reprochan Postigo y los suyos.

A finales del mismo mes de agosto, la central anunció que los asalariados darían inicio a un calendario de movilizaciones en caso de que las autoridades competentes continuaran sin mover ficha. "Ahora, los trabajadores han decidido que no pueden esperar más", apunta la plana mayor de Comisiones, que no descarta "llevar este asunto a la Inspección de Trabajo".