El borrador de presupuestos de la Ciudad sirve, casi como sucede con cada cuenta anual para medir también el peso en el Gobierno de cada responsable político. Si en las cuentas de 2023, la responsable de Hacienda, Kissy Chandiramani, se erigió en una poderosa referencia por tener bajo su gestión directa 2 de cada 5 euros del presupuesto de la Ciudad, en las cuentas de 2024 esa carga la va a compartir con el responsable de la macro área creada por Vivas de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Alejandro Ramírez. Entre ambos serán responsables del gasto de 235,333 millones de euros del total de 367 millones de gasto de la Ciudad. 2 de cada 3 euros del gasto previsto en el presupuesto pasarán por sus firmas.
En concreto, la Consejería de Hacienda, Transición Económica y Transformación Digital contará con un presupuesto de 127,193 millones de euros por los 151 que tenía asignados Chandiramani al inicio de este curso. Se ha desprendido por el camino de algunas de las cuestiones más polémicas de la gestión municipal, el contrato de la recogida de basura y limpieza viaria, el más grande de cuántos gestiona la Ciudad, que ha ido precisamente a parar a las competencias de Ramírez (22 millones de euros); la gestión de los Recursos Humanos o de la publicidad institucional, ambas en manos de su compañero Gaitán desde el pasado junio.
Aún así, supone algo más de 1 de cada 3 euros del presupuesto municipal. Y Ramírez se le queda cerca. En su área contará con un presupuesto de 108,140 millones de euros para gestionar de forma directa.
Más allá de las grandes cuentas, y considerando que las cuentas están aún en construcción -deben someterse a cambios a la fuerza por la negociación con otras formaciones de las que el PP necesita el voto favorable-, hay algunas conclusiones que ya se pueden ir extrayendo.
Por ejemplo, que habrá que esperar a que las cuentas se cierre y el Gobierno presente el Plan de Inversiones que suele acompañar a las cuentas para saber qué proyectos incluye para seguir cincelando la geografía urbana de la Ciudad. En el borrador no aparece consignada ninguna partida concreta para proyectos de los que suelen acabar ilustrando titulares.
La razón a simple vista parece que está en que el Ejecutivo los esconde en partidas genéricas o que serán gestionados directamente a través de sociedades como Acemsa o Procesa a través de los Fondos Europeos.
Por ejemplo, el Ejecutivo repite la partida de 2 millones de euros para un contrato de “actuaciones de adelantamiento de diversas zonas de la ciudad”, que generalmente viene encargando a Tragsatec.
El área de Fomento cuenta con casi 6 millones de euros (le faltan 50.000 euros para llegar a esa cifra) para el Plan de Barriadas 2023-2027). Y ahí por ejemplo, podría estar incluida la construcción de la nueva pista de césped artificial por la que siguen clamando los vecinos de Juan XXIII, que como tal no aparece en el presupuesto, entre otras actuaciones.
Esa misma consejería sí consigna 1,465 millones de euros para retomar el proyecto de interconexión entre barrios a través de un puente que salve Arroyo Paneque. Una demanda de amplia zonas residenciales que ha ido y venido del Plan de Inversiones.
La Consejería de Servicios Urbanos sigue contando con 3 millones para invertir en el servicio público de autobús urbano, repite una partida de un millón de euros para la adquisición de una nueva nave que sirva de base al servicio y 2 millones más para la compra de vehículos híbridos.
Otros proyectos que en su momento fueron lucidos y usados como reclamo, como la tirolina en el Parque de San Amaro podrían estar escondidos en las acciones a desarrollar por parte de empresas municipales como Servicios Turísticos a la que le caen 2 millones como aportación de capital de las arcas públicas en forma de recursos extra disponible para 2024. La tirolina ya fue sacada a licitación y el concurso quedó desierto al desechar la única oferta presentada por no poder justificar la enorme baja que ofreció sobre el precio de salida la licitadora.
Sí se incluye dentro de los proyectos a desarrollar por la Consejería de Sanidad casi 1,7 millones para el nuevo mercado de Terrones y supera esa cifra con 2,5 millones de euros el arreglo de los puentes del Mercado Central, una partida que en realidad ya existía en 2023.
Deuda y transporte aéreo
El actual borrador de presupuestos reduce de la partida para la bonificación del transporte aéreo a no residentes del casi 1,2 millones que aparecía en las cuentas para 2023 a algo menos de 30.000 euros (28.879 euros).
Dentro de las cuentas de la Consejería de Hacienda es donde hay que buscar también lo referente al endeudamiento de la Ciudad con los bancos. Crece en 2024 respecto a 2023, pero tampoco de forma exagerada.
Los intereses a medio y largo plazo pasan de 2,5 a 7,6 millones de euros. Se mantienen dos partidas de 60.000 euros para operaciones de tesorería y otros y de 200.000 euros para el pago de intereses de demora y bajan de 100.000 a 20.000 los costes en comisiones bancarias.
Lo gordo está en la propia amortización de prestamos.. Ahí se pasa de los 25,8 a los 26,4 millones de euros.
En total, la Ciudad dedicará al pago de deuda en 2024, unos 34,3 millones de euros, más o menos el 10 por ciento del presupuesto total de la Ciudad Autónoma sin tener en cuenta la administración periférica.
Inversión social y medioambiental
En materia social, se mantienen los compromisos para la rehabilitación de viviendas públicas con 800.000 euros. Hay 1,24 millones para el IMIS, 1,75 millones más para los programas de alojamiento alternativo o 1,1 millón de euros para la actividad de Plena Inclusión. A pesar de que la soledad no deseada ha sido objeto de debate plenario, se sostiene sin incremento alguno la mismas partida de 40.000 euros que ya existía en 2023 para 2024.
Dos programas de ayudas al alquiler sumarán medio millón de euros, 300.000 con carácter general y 200.000 para el denominado bono de alquiler joven.
El gasto en alumbrado eléctrico de la ciudad pasa de 2 a 3 millones, a pesar de la renovación de la red con bombillas led, que en teoría deberían suponer un ahorro en el consumo energético, y que de momento no parecen arrojar resultados habida cuenta del incremento nada menos que del 50 por ciento de la factura.
En materia medioambiental desaparecen los 600.000 euros que en 2023 se consignaron para los contratos a desarrollar por la Oficina del Cambio Climático, sin que quede claro si supone esto una desaparición total de la estructura o de la apuesta del Gobierno por llevar a cabo medidas contra ese cambio climático que en algunos casos como la Zona de Bajas Emisiones son obligatorias por normativa europea.
La restauración del parque de Santa Catalina contaba en las cuentas de 2023 con 3,5 millones de euros. Desaparece la partida en las de 2024, sin que el parque haya sido restaurado.
Otros
La Cámara de Comercio volverá a poder lanzar su programa de incentivación de compras comerciales más popular, los buybonos, con 100.000 euros. Y Hacienda que no Procesa maneja 21,5 millones de euros de varios fondos de ayudas: Plan Repower y el denominado fondo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Ahí se sigue notando, al menos en la nomenclatura de las partidas que hubo crisis, pero alguna otra como la migratoria parece empezar a superarse con la desaparición de 2,5 millones de euros para “gastos de la frontera”.
En cualquier caso, conviene recordar que todo esto son cuentas en construcción y habrá que esperar al afinamiento final de las mismas así como a conocer el Plan de Inversiones y las cuentas de las entidades y organismos públicos de la Ciudad, que parece que este año en algunos casos tendrán especial protagonismo en los proyectos a desarrollar por el Ejecutivo de la Ciudad.
