EL BRULL

Las claves del futuro del Brull: Cultura dice que lo desatascará este año; los expertos lo dudan

Las claves del futuro del Brull: Cultura dice que lo desatascará este año; los expertos lo dudan
Solar sobre el que se edificará el Centro Integrado del Brull / Alejandro Castillo
Solar sobre el que se debería edificar el Centro Integrado del Brull / Alejandro Castillo

El Ministerio asegura que su idea es licitar la obra una vez aprobados los Presupuestos Generales del Estado, sin embargo, fuentes cercanas al proyecto lo dan por imposible, al entender que el reajuste del coste por la inflación realizado por Tragsa "es tan alto (precisamente para que no les encarguen la obra) que frenará cualquier opción salvo fuerte presión desde Ceuta"


La construcción del macrocentro educativo del Brull afronta un año casi decisivo. Pendiente de avances desde que la primera licitación abierta en octubre de 2022 quedara desierta, fuentes oficiales de la Consejería de Cultura aseguran ahora que la creación de la gran instalación educativa volverá a salir a licitación este año, una vez se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (un asunto nada sencillo). Por contra, expertos vinculados al proyecto ven francamente complicado que este compromiso se haga realidad y dan prácticamente por perdida la opción de que acabe por concretarse salvo que exista "una fuerte presión desde Ceuta".

Poniendo sobre la mesa lo que que dicen las partes consultadas, la primera clave pasa por la retarifación que se encargó a Tragsa, una vez el concurso quedó desierto en la primera ocasión. "En aquel momento firmas como Dragados, ACS o Ferrovial estaban interesadas, pero el Ministerio añadió unas ciertas exigencias, los precios no estaban actualizados a la inflación y les plantearon que se encontraban un 35% por debajo de lo adecuado".

Sin embargo, en vez de optar por un proceso negociado sin publicidad, que permite pactar ciertas condiciones de concurso con un número límite de tres empresas a las que escoge directamente el órgano de contratación, en este caso del Ministerio de Cultura, el Gobierno se decantó por encargar un informe para actualizar los costes de la ejecución del proyecto. Este encargo fue a parar a Tragsa, en la que tanto el Estado como todas las CCAA y Ciudades Autónomas tienen participación, empleándola como medio propio que no tiene que someterse a procesos de licitación y tampoco puede rechazar encargos.

Ahí confluyen la primera y la segunda clave de este proceso. Fuentes muy próximas al proyecto indican que la firma semi-pública habría demorado "hasta la saciedad" la entrega del informe y encarecido "hasta un 50% el global", dejándolo "alrededor e incluso por encima de los 30 millones" -inicialmente se calcularon unos 16,5- con la idea de "curarse en salud, a la vista de que la idea de Cultura era encargarles la construcción".

Ese retarifación permanece en el absoluto secretismo. Ni el Ministerio ni los técnicos encargados del proyecto han querido informar a este medio sobre ella. También aseguran no tener información al respecto en la Dirección Provincial de Educación de Ceuta.

La tercera clave se deduce de lo señalado por las fuentes oficiales de Cultura. "Se ha trabajado para volver a lanzar la licitación y estamos a expensas de la aprobación de los presupuestos para volver a ponerlo en marcha", apuntan en su escueta respuesta a las preguntas de este medio. Sin embargo, se deduce que, de hacerse, la ejecución no pasaría por Tragsa, al referirse a una hipotética licitación, a la que no necesitarían recurrir si optan porque sea el medio propio quien levante el Brull.

Por último, el cuarto aspecto a tener en cuenta, no es si no la confluencia de dos factores. El primero, que Cultura tiene delegadas las competencias para infraestructuras educativas, pero "no tiene especial predilección por invertir en ellas", prefiriendo "los museos", según fuentes del proyecto ceutí. A esto hay que añadir que para poner a funcionar las máquinas tendrían que "buscar de donde sacar como mínimo diez millones".

Por tanto, quienes han seguido muy de cerca este proceso en los últimos años, entienden que "salvo que se de una presión muy fuerte desde la Ciudad y la Dirección Provincial de Educación", resultará muy difícil que las obras vayan adelante.

Preocupación por la ejecución

Los expertos consultados también muestran su preocupación porque finalmente pueda ser Tragsa quien se encargue -algún día- de la ejecución del proyecto: "No tienen la capacidad para hacerlo, ellos lo saben y por eso han demorado esto también".

Opinan estas fuentes que la única opción viable es "hacer un concurso cerrado, con empresas invitadas y negociar con ellas un presupuesto realmente ajustado", posiblemente alejado del presentado por el ente semi-público. "Para ejecutar un proyecto de esta magnitud se necesita una compañía potente que traiga una oficina de arquitectos aquí", concluyen los preguntados.

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