La Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Ceuta (FAMPA) ha hecho balance del arranque del curso lectivo previsto para este jueves 7 de septiembre en Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Y lo ha hecho para suspender de forma clara la labor del Ministerio, al que llega a culpar incluso de parte de las responsabilidades que son de la Ciudad Autónoma y para hacer hincapié en la “quiebra del principio de equidad” que de facto supone romper el denominado ascensor social que supone la educación. Según su relato, el ascensor está roto y no parece que haya ni repuestos ni presupuesto ni nadie en disposición de repararlo en Ceuta.

“Las becas son insuficientes e impuntuales, todo el alumnado que necesita beca, parte en clara desventaja acumulando desfases que en muchos casos terminan siendo irrecuperables. La brecha digital se mantiene o amplía, convirtiéndose en una brecha pedagógica cada vez más amplia y más injusta. La reivindicación de ampliar los programas de refuerzo ha caído en saco roto. Las clases particulares siguen ganando terreno en el sistema; pero claro, sólo están al alcance de quien pueda pagarlas. Quien tiene dinero, tiene clases particulares y promociona; quien no lo tiene, no tiene clases particulares y repite. Esto no es equidad educativa, sino clasismo educativo impropio de un gobierno progresista”, recoge el comunicado de la FAMPA.

De todos los”objetivos y reivindicaciones planteadas por la comunidad educativa” sólo considera la Federación que se ha cumplido con uno: la incorporación de un centenar de nuevos docentes al sistema como consecuencia de la reducción a 23 horas lectivas de atención directa al alumnado contemplada en las instrucciones de inicio de curso. Ahí los padres y madres de alumnos dan su “valoración muy positiva”. En el resto denuncia no hay “avance alguno”.

No lo hay, según su relato en la Educación Especial. Sin “planificación adecuado” y sin “recursos y medios que la propia administración reconoce como necesarios”, recoge en su comunicado. Un año más, de ser cierto el relato de la FAMPA, la Educación Especial en Ceuta es dependiente de los Planes de Empleo que acaban por “desarrollar tareas estructurales que deberían ser ejecutadas por personal del Ministerio”. Además la organización escolar acusa que los “servicios complementarios (en especial el transporte) siguen siendo notoriamente insuficientes”.

Tampoco habrá aulas TEA en los centros. El Ministerio, denuncia la FAMPA, a pesar de contar con los recursos docentes para ponerlas en marcha y contar con el visto bueno de la Dirección Provincial, no ha autorizado las mismas en cada colegio “para garantizar una escolarización justa y próxima a los domicilios de todas las familias afectadas. Incluso las dos previstas (y comprometidas) inicialmente se han terminado perdiendo sin dar explicación alguna”, recuerda la FAMPA.

La ratio en infantil baja, pero la FAMPA señala que es por “el descenso demográfico de Ceuta” y “no por la política del Ministerio”. De nuevo, suspenso.

Y si en infantil baja, lo de Secundaria parece el horror para docentes y alumnado. “La ratio en el tramo de la Educación Secundaria, que resulta ser la más complicada y en la que se concentran los peores índices de fracaso escolar, sigue siendo absolutamente desorbitada, muy próxima (y en muchos casos excediendo) los 30 alumnos y alumnas por grupo. Sobre este problema no se aporta ninguna solución ni se observa mejoría alguna”, recoge la FAMPA en su comunicado.

Y tampoco mejoran las infraestructuras, ni hay nuevos colegios ni se los esperan “y el mantenimiento sigue siendo más que deficiente. No hay cambio alguno”, apunta la FAMPA. Aunque el mantenimiento depende en este caso de la Ciudad Au