El Juan Carlos I está de celebración: alumnos y profesores han disfrutado este 31 de octubre de una multitudinaria fiesta que ha fusionado el terror propio del Halloween con lo tradicional del día de la Mochila. Gracias a la Asociación de Madres y Padres, todos los concurrentes han tenido ocasión de degustar un selecto surtido de "dulces monstruosos" luego de una ronda de frutos secos; todo ello, mientras de fondo resonaba la célebre canción 'Mi mochila, no se la come el gallo ni la gallina...'.

Desde el centro, han considerado oportuno dar cabida a ambas festividades en aras del disfrute: "Diversión y tradición van de la mano". Lo que también ha tenido hueco ha sido el deporte. El Departamento de Educación Física del liceo ha dado rienda suelta a un dilatado popurrí de actividades para el deleite exclusivo de los menores, a saber: pruebas de fuerza y agilidad, carreras, lanzamiento, baile...

Sin duda, la actividad que mayor aceptación ha tenido ha sido la de 'Pugsley y Miércoles', donde los educandos han tenido que recuperar la pelota pérdida del primero atravesando "un campo lleno de zombis" para, acto seguido, hacerse con una pócima mágica con la que obtener la fuerza suficiente para derrotar a "un poderoso mago".

Según ha informado la Dirección del centro, "todas las pruebas han sido adaptadas a los más pequeños -alumnos de infantil incluidos- para que todos pudieran vivir la experiencia". La iniciativa ha servido, a la postre, para que los menores se lo hayan pasado en grande.