LA OPINIÓN DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA

“Vencer al virus en Educación también es mantener el compromiso con la equidad y la igualdad”

“Vencer al virus en Educación también es mantener el compromiso con la equidad y la igualdad”
entrada clase
La comunidad educativa reclama "inversiones adecuadas a la complejidad del reto" para el próximo curso.

El profesor de la Facultad local de la UGR Fernando Trujillo coordina 'Panorama de la educación en España tras la pandemia del COVID-19: La opinión de la comunidad educativa', un estudio que muestra la "enorme preocupación" de docentes, familias y estudiantes por cómo suturar con recursos y formación la brecha digital y social que ha evidenciado la crisis sanitaria.


Aunque haya atropellado al sistema esta primavera sin recursos ni entrenamiento previo, “la educación digital ha venido para quedarse y no es un adorno ni un complemento: es una necesidad de presente y de futuro”. Ahora “ha llegado la hora de tomar decisiones” porque “vencer al virus en Educación no es solo mantener la salud, que por supuesto, sino también mantener el compromiso con la equidad y la igualdad”. Así de claro lo tiene el profesor de la Facultad de la UGR en Ceuta y miembro del Foro de la Educación, Fernando Trujillo, que este jueves ha presentado el estudio 'Panorama de la educación en España tras la pandemia del COVID-19: la opinión de la comunidad educativa', realizado por un grupo de investigadores de las Universidades de Granada y Málaga bajo su coordinación y con el apoyo de BBVA y Fad.

El trabajo ha recogido la opinión de más de 5.000 docentes de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Educación de Personas Adultas. Además, se han realizado doce grupos de discusión para “completar la visión cuantitativa” en los que han participado estudiantes y familias de todos los niveles educativos.

“Enorme preocupación” y “gran esperanza” son los dos sentimientos predominantes entre los docentes españoles de cara al próximo curso escolar. Inquietud por las incertidumbres con las que se plantea el curso 2020-2021 y los grandes retos a los que se deberá hacer frente, como motivar al alumnado (fuente de preocupación principal para el 76% de los y las docentes) o la falta de dispositivos -portátiles, tablets, etc- entre el alumnado para el aprendizaje a distancia (le preocupa al 67%).

La respuesta educativa en esta situación incluye necesariamente la educación digital, pero la presencialidad sigue siendo el ideal innegociable tanto para los docentes como para las familias y los estudiantes

Maestros y profesores reclaman abrumadoramente inversión en infraestructuras y personal; una revisión profunda del currículum; mayor cultura de colaboración entre docentes; mayor atención a cuestiones socioemocionales (cómo gestionar las emociones preocupa al 61%); y formación y liderazgo de los equipos directivos. Sin embargo, se muestran escépticos ante una Administración educativa que, en su opinión, se ha limitado durante este curso “a invocar la autonomía de los centros sin aportar soluciones, ni recursos, ni inversiones”.

grafico docentes

La "falta de instrucciones claras y criterios unificados para abordar la actividad docente durante el cierre de los centros" ha provocado un acusado sentimiento de "abandono" y un "profundo cansancio" entre los docentes y los equipos directivos que confiesan haber recurrido a la improvisación en "la peor crisis educativa de la historia reciente".

Los docentes españoles ven indispensable reforzar las infraestructuras, tanto en espacios como en recursos tecnológicos, y las plantillas. Al 67% le preocupa la falta de dispositivos entre el alumnado, carencia que en Ceuta se extiende sobre al menos 7.000 estudiantes, y el efecto que puede tener en la igualdad de oportunidades; al 63% la falta de personal en los centros para hacer frente a las nuevas necesidades; al 60% la disponibilidad de medidas de seguridad e higiene; el 59% señala la necesidad de disponer de plataformas y materiales adecuados para el aprendizaje en línea; y al 57% le preocupa cómo gestionar los espacios existentes (aulas, bibliotecas, etc) para cumplir con las medidas de distanciamiento.

En relación con el aprendizaje, una de las mayores preocupaciones docentes respecto a la situación que puedan encontrar a la vuelta de las vacaciones de verano es la motivación para el aprendizaje por parte del alumnado, seguida de cuestiones como la gestión de las emociones o la autogestión del proceso de aprendizaje. Por otro lado, cuestiones como la adquisición de contenidos o la gestión de información pierden peso entre las preocupaciones del profesorado, que teme que el cierre de las aulas tenga un impacto negativo en la implicación y la voluntad de aprender de su alumnado, así como en su bienestar emocional, especialmente entre el alumnado de Infantil y Primaria.

La enseñanza presencial, “una necesidad”

En relación con el desempeño de la enseñanza presencial y virtual, la tendencia más evidente es la reivindicación de la presencialidad por parte del profesorado y no solo como “un deseo o una añoranza del tiempo previo al confinamiento”, sino “como una necesidad”, ya que “garantiza la igualdad, promueve de manera más efectiva el aprendizaje, posibilita mejores explicaciones y atención personalizada y permite desplegar todo el potencial educador de los centros educativos”.

fernando trujillo

En este sentido, la opinión mayoritaria de los docentes para la enseñanza durante el curso 2020-2021 contempla dos escenarios: en primer lugar, la enseñanza semipresencial con asistencia en días alternos de todos los estudiantes divididos en grupos; en segundo lugar, la enseñanza semi-presencial con asistencia en horas alternas de todos los estudiantes divididos en grupos. Los docentes de Infantil y Primaria apoyan de manera más clara que el resto el contacto diario con su alumnado. Los de Secundaria, Bachillerato, FP y Educación de Personas Adultas optan por la alternancia de días.

El profesorado apuesta por las clases presenciales y no como “un deseo o una añoranza del tiempo previo al confinamiento”, sino “como una necesidad"

Para las familias una de las cuestiones fundamentales es la conciliación laboral y también se muestran preocupadas por la brecha social que parece haber marcado la crisis: demandan que en el sistema educativo no se pierda la presencialidad (“insustituible”) y se cuente con personal de apoyo como educadores sociales en los centros. Igualmente reclaman más financiación y más dotación para los centros y piden que, si en futuros cursos la educación es telemática (total o parcialmente), los horarios sean estables, se conozcan previamente y se parezcan lo más posible a los horarios habituales de clase.

Por último, el alumnado participante ha mostrado “una visión responsable del sistema educativo y entiende los dos grandes retos del próximo curso (seguridad sanitaria y educación de calidad), que muchos vinculan con la educación presencial aunque reconozcan mejoras en su autonomía o su competencia digital durante el tiempo de confinamiento.

El alumnado es crítico con las infraestructuras de sus centros y solicita “empatía” por parte del profesorado y un cambio metodológico por parte del profesorado para ajustar su manera de enseñar a la nueva situación. “Ofrecen un discurso exigente con el propio sistema educativo: reclaman una educación de calidad que no olvide a los estudiantes que tienen problemas o más dificultades”, resume el estudio.

“Vencer al virus en Educación también es mantener el compromiso con la equidad y la igualdad”


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