La instalación, que contará con 1.500 metros cuadrados de superficie, permitirá a la entidad duplicar su actual capacidad logística
El Banco de Alimentos acaba de dar un paso de gigante. La entidad que preside Pedro Mariscal ha puesto este 27 de junio la primera piedra (literalmente) de la que será su nueva sede, que quedará ubicada en la ampliación del Muelle de Poniente, justo detrás de los depósitos de fuel que la empresa Ducar opera en la misma zona.
La parcela, gentilmente cedida por parte de la Autoridad Portuaria en aras de contribuir a la noble causa de asistir a las familias ceutíes más desfavorecidas, cuenta con una superficie total de 1.500 metros cuadrados, circunstancia que permitirá a la organización multiplicar por dos su capacidad logística actual.
La de hoy era una de esas citas que, dada su significancia, reúnen a todo tipo de personalidades. Juan Vivas, Rafael García, Juan Gutiérrez, Fatima Hamed y hasta Juan Manuel Doncel se han enfundado momentáneamente el mono de trabajo para ser fotografiados echando cemento sobre un ladrillo que el propio delegado del Gobierno ha identificado como "un bloque 40x20x20". "Yo sé algo de esto", bromeaba.
La obra correrá a cargo de Africana de Contratas, mercantil que dirige el también propietario de la concesionaria del servicio de limpieza viaria, Moisés Wahnon, con quien Mariscal firmó el contrato de construcción hace escasamente dos semanas.
"Es un gran favor; esa es la palabra exacta", dijo el gestor el pasado 27 de febrero al momento de dar a conocer la noticia. Mariscal aseguró, entonces, que el gesto de Doncel se traduciría en el levantamiento de "una nave digna", una en la que poder almacenar mayores cantidades de género. "Más que para nosotros, es un regalo para nuestra ciudad", reveló.
El edificio dispondrá de 1.200 metros cúbicos. En ellos, quedarán fijadas amplias y modernas cámaras frigoríficas y un espacio enteramente dedicado a la parte administrativa, esto es, las oficinas, dando lugar, así, a una unificación total de las dependencias que, hoy por hoy, posee el Banco.
Además del evidente aumento espacial, la infraestructura contará con placas solares. Según Mariscal, ello derivará en "un ahorro eléctrico cercano al 30%", lo que no deja de ser una buena noticia en tiempos de inflación y carestía energética.
Si todo va bien, la nueva nave debería estar finiquitada antes del verano de 2024. Pese a que el coste final de la obra se ha disparado "por encima del doble" de lo inicialmente presupuestado, la iniciativa será posible gracias, entre otras cosas, al apoyo monetario de la Ciudad, que contribuirá a la causa con nada menos que 300.000 euros.