Sin estrella, una vez más y van todas. Ese es el resumen de lo acontecido en la gala de la Guía Michelín celebrada este martes en Barcelona, en la que Ceuta se ha vuelto a ir de vacío, sin ningún estrellado entre sus restaurantes.

Eran pocas las opciones que tenía la ciudad autónoma de estrenar su casillero en el firmamento gastronómico. Sigue como recomendado Goichu, de Hugo Ruíz, aparentemente lejos de dar el complicado siguiente paso en el orden Michelín. Tampoco entraron otros, como el destacado Grand Cru, que mantiene el reconocimiento de la Revista Tapas, pero no aparece aún ni en la Guía Repsol ni en la del fabricante francés de ruedas, donde podría encajar en la categoría de Bib Gourmand.

Tampoco Oasis o Ítaca, otras de las propuestas que se alejan del cotidiano tapeo ceutí han estado en la terna.

La falta de restaurantes gastronómicos y, en síntesis, de alta cocina, lastra nuevamente las opciones de conseguir una estrella para la localidad enclavada en el norte de África.

Cerca, en la más septentrional comunidad peninsular, Andalucía, si que llovieron las estrellas. Noor de Paco Morales, en Córdoba, se hizo con la tercera y toca el cielo junto a Disfrutar (Oriol Castro, Xavier Xatruch y Mateu Casañas), en Barcelona, ahora también triestrellado. Curiosamente, todos chefs con un bagaje, mayor o menor, en la cocina de El Bulli, del legendario Ferrán Adria.

Estrenan además estrella en Andalucía Radis, Malak y Vandelvira, en Jaén; Tohqa, en el Puerto de Santa María y Back, en Marbella.

También vivió una gran noche Asturias. Oviedo recuperó la estrella Michelín gracias a lo último de Nacho Manzano (NM), mientras que Gijón sumó una más con Marcos, de Marcos Granda y Marcos Mistry. A ellas hay que sumar la verde para Monte, de Xune Andrade, que se había estrenado el pasado año con la primera.