Inaudito, insólito, increíble: la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos ha anunciado este 2 de abril la suspensión de su tradicional ruptura de ayuno enclavada en el final del Ramadán. "Por primera vez en más de veinticinco años", la organización que agrupa a las entidades vecinales de Ceuta no despedirá con un iftar propio el mes sagrado de los musulmanes.

El evento estaba previsto para el próximo día 9. El escenario elegido iba a ser el de siempre: el local social de la barriada de Los Rosales. Lamentablemente, todo apunta a que no va a poder ser. El motivo es bien simple: la FPAV aún no ha cobrado la primera parte de la subvención nominativa que el Gobierno de Juan Vivas asignó a la entidad para este 2024.

A pesar de haberse reunido "en varias ocasiones" con la cúpula de Cultura y de haber presentado a los técnicos del área las justificaciones de sus últimos proyectos, los esfuerzos de la Federación han sido del todo insuficientes. "Estamos en números rojos y con facturas adeudadas", aseguran desde el propio organismo vecinal.

La tesitura, claro, implica que las asociaciones que integran la FPAV están también bajo mínimos: todas ellas se encuentran a día de hoy "sin poder pagar la luz y el agua y sin poder hacer ninguna actividad de las presupuestadas para este primer trimestre del año". Lo más grave de todo es que el escenario actual no supone "nada nuevo".

Lo de cancelar el iftar de fin de Ramadán radica, en esencia, en que la entidad no puede hacer frente a los pagos a proveedores. La cosa, no en balde, podría ir mucho más allá: la organización ha adelantado que tendrá que tomar "otras medidas" en caso de persistir la situación sobrevenida. "Lo comunicaremos en breve", exponía la plana mayor de la Federación.