INAUGURACIÓN

Las Jornadas Hispano-Lusas de Gestión Científica vuelven a Ceuta tras más de tres décadas

Las Jornadas Hispano-Lusas de Gestión Científica vuelven a Ceuta tras más de tres décadas
Inauguración en El Cielo de las Jornadas Hispano-Lusas
Inauguración en El Cielo de las Jornadas Hispano-Lusas

El encuentro, que "mantiene intacto" el "sentimiento de camaradería" entre sus participantes, contará en su 33 cumpleaños con 168 charlas y 200 ponentes en 42 sesiones paralelas que abarcarán 21 áreas científicas


Ceuta siempre sorprende. Es lo que les ha sucedido a los asistentes a las XXXIII Jornadas Hispano-Lusas de Gestión Científica, tanto a los nuevos como a aquellos que, al igual que el catedrático Antonio Leal Millán, estuvieron en el 84 en su segunda edición, primera en la ciudad autónoma, y que hoy se encuentran con un lugar casi desconocido. 

En aquella segunda cita entre colegas llegaron a juntarse algo menos de cuarenta personas de las cuales tan solo una docena tenían menos de treinta años. María Eugenia Rodríguez López, copresidenta del Comité Organizador, daba en la jornada inaugural celebrada en el restarante El Cielo las cifras que ponían en perspectiva el indudable crecimiento del encuentro, que en su 33 cumpleaños contará con 168 conferencias y más de 200 ponentes en 42 sesiones paralelas que abarcarán 21 áreas científicas. Participarán en ellas más de una decena de universidades españolas y lusas, así como representantes de otros centros americanos y europeos.

Leal explicaba a la sala repleta de caras conocidas cómo el evento se ha convertido a su vez en "un encuentro familiar" que a día de hoy viven con "especial ilusión" sus miembros. Se trata además de "jornadas importantes y necesarias" para el "desarrollo de los países" participantes a través de la mejora de la "competitividad empresarial"; un motor generador de "resiliencia", abundaba Mario Raposo, presidente de honor de las jornadas y rector de la Universidad de Beira Interior (Covilhã, Portugal) en un perfecto castellano.

Inauguración en El Cielo de las Jornadas Hispano-Lusas

Así las cosas, la vuelta a Ceuta de tan relevante congreso supone para los más veteranos una "vuelta a los orígenes", al recuerdo de aquella primera vez en el hotel La Muralla y a las reuniones que supusieron "el germen de la Academia Española de Economía y dirección de empresas". Unos comienzos que contrastan frente al panorama actual, en el que no obstante "se mantiene intacto un sentimiento de camaradería" que "debería ser patrimonio".

"No me lo esperaba"

En este distendido ambiente, el otro copresidente del Comité Organizador, Juan Miguel Alcántara, explicaba que los ponentes expondrán durante los próximos días sus hallazgos en seis o siete aulas simultáneas que se organizarán por áreas temáticas: marketing, administración y organización de empresas (por separado), metodología o jóvenes investigadores entre otras. Los descansos para el café son parte de la experiencia, momentos en los que "seguir hablando" y poniendo conocimientos en común. "Vamos a tratar de hacer felices a los congresistas", aseguraba durante la apertura, a la espera de poder ofrecer "grandes momentos" a sus colegas de universidades foráneas.

Ya antes del comienzo de las jornadas Alcántara se confesaba estupefacto por la acogida de otra de las actividades propuestas para este trigésimo tercer encuentro, la visita a la Puerta Califal y ruta panorámica, para la que han tenido que doblar las plazas y horas ante la abrumadora demanda. "No me lo esperaba", ha admitido.

Inauguración en El Cielo de las Jornadas Hispano-Lusas

"Cuando vean nuestra ciudad no van a querer irse, es lo que nos están diciendo ya, que es un sitio precioso y encantador", bromeaba satisfecho con la acogida de los visitantes, que no han ocultado su asombro al conocer el campus universitario y "la tranquilidad" de las calles ceutíes. "Es una sorpresa muy positiva", ha celebrado.

La exportación: una carrera de fondo que necesita de "muchas ayudas"

La jornada inaugural también ha contado con su propia ponencia. El empresario José Antonio Príncipe, ha abierto boca con su ponencia sobre exportaciones, en las que ha trabajado toda su vida. Durante la charla ha desgranado su experiencia laboral a lo largo de todas y cada una de las empresas de las que ha formado parte, pero se ha centrado de manera especial en los errores que cree que han cometido.

"Siempre he sido muy crítico con el mundo de las exportaciones porque creo que se puede mejorar mucho", ha adelantado sobre su postura. Para Príncipe "una empresa exportadora tiene que querer serlo", lo que se traduce en "invertir dinero" y asumir que los beneficios llegan a largo plazo. Es, en definitiva, una carrera de fondo para la que no todos están preparados: "En las empresas familiares las terceras generaciones en España no aguantan y en las multinacionales no existe poder de decisión, porque está en otro sitio; los recursos humanos tampoco están bien preparados".

"En el mundo de las exportaciones hace falta que entienda lo que son, tanto dentro de la empresa como fuera, porque las empresas exportadoras necesitan muchas ayudas", ha concluido.

Las bailarinas de la Academia de Baile de María José Lesmes y un estupendo cóctel con vistas al Parque Marítimo del Mediterráneo pusieron el broche a lo que prometen ser días llenos de sorpresas para aquellos que todavía no conocían los encantos de la Perla del Mediterráneo.

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