Unos de verde fosforescente, los guías de la asociación ‘Manada’; otros de rojo igualmente fosforescente, los voluntarios, y un centenar de blanco, la gran mayoría sonrientes señoras, con la camiseta conmemorativa de ‘Mayores en Marcha’. “Ya me parecía a mí que había muchas señoras con la camiseta del Rewal Madrid”, bromeaba el presidente Juan Vivas que, acompañado de la consejera de Asuntos Sociales, se sumó a la caminata.
Una caminata que, como mandan los cánones, comenzó con una foto de familia en el parque de San Amaro para emprender, despacito, la rampa que zigzaguea hacia la residencia Gerón. Y en el camino la broma repetida, medio en broma medio en serio, “a ver qué habitación nos toca”; “yo ya he dicho a mis hijos que vengo a elegir una buena habitación”; otros, más hedonistas, se decantan por el spa, “a mí con que me den el jacuzzi me conformo”. Y es que el sueño de una vejez tranquila con todas las comodidades acompaña a los excursionistas a quienes, un poco más arriba pondrán la miel en los labios con un “piscolabis y un refrigerio” antes de girar una visita guiada a las instalaciones de la residencia Gerón.