El corazón de los fieles presentes en la calle Teniente Pacheco se detuvo por un instante en la salida de la Virgen de la Caridad. El paso dio un repentino bandazo y se inclinó peligrosamente hacia la derecha. Un resbalón colectivo de los costaleros en la resbaladiza nueva rampa colocada en la casa de la hermandad de la Flagelación estuvo a punto de terminar en drama. La pericia de los costaleros y la sangre fría del capataz lograron que todo quedara en un susto y en una enorme ovación de los cientos de ceutíes que se apiñaban en la calle Teniente Pacheco, conscientes de la tensión del momento vivido.

La ya de por sí complicada salida de la casa de hermandad de la Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y María Santísima de la Caridad es siempre un espectáculo, unos de esos momentos especiales de la Semana Santa caballa, fue este año un poco más emocionante si cabe.

Para evitar otro susto en la recogida, miembros de la hermandad han tenido que perderse buena parte de la salida procesional para colocar bandas antideslizantes en la rampa.