La Asociación de Juegos de Mesa El Solitario ha celebrado este viernes por la tarde su tradicional jornada de juego solidario en la Biblioteca Pública Adolfo Suárez. Los asistentes han podido disfrutar de los juegos de mesa habituales en las jornadas de la entidad y han aportado su granito de arena de solidaridad en forma de alimentos que se van a donar al Banco de Alimentos.

“Las intentamos hacer todos los años para a parte de seguir con nuestro objetivo de difusión de los juegos de mesa entre los ceutíes aportar nuestro granito de arena entre los más necesitados, siempre el tópico de que las fiestas sean menos infelices para ellos”, ha explicado la cabeza visible de la entidad, Daniel Vicente.

A la jornada le ha pasado factura que la fecha esté metida en plena vorágine de comidas de Navidad y empresa, siendo este viernes uno de los días más calientes en ese sentido. Pero aún así sobre una de las mesas abundaban a primera hora de la tarde ya un importante número de kilos de productos que irán directos al Banco de Alimentos. El objetivo es volver alcanzar los 100 kilos recolectados el pasado año.

La Asociación no se baja de su idea de redescubrir los juegos de mesa como un ocio sano y barato, “hablamos de juegos que pueden costar entre 10 y 20 euros y tienes ahí un juego para toda la vida”, explica Vicente.

Y una actividad que obliga además a sacar la humanidad latente en cada jugador, a interrelacionarse, a olerse, a sentirse, a reírse cara a cara o sacar la mala leche en el juego para fastidiar al de al lado. Humanidad a raudales.

“Yo creo que después de la pandemia se marcó un punto de inflexión para los juegos de mesa. Tanto tiempo en casa los padres tuvieron que reinventarse. Nosotros que vamos a cumplir 10 años lo que vemos son muchos padres que vienen a consultarnos ahora en estas fechas de regalos para preguntar qué juego le recomendamos y otros que nos dicen que desde que ‘vengo a tus jornadas tengo que comprarle mas juegos a mis niños que me lo están pidiendo’. Yo creo que al contrario los juegos de mesa están muy de moda. Son una buna herramienta contra el exceso de pantallas”, reflexiona Vicente.

A la asociación lo que le gusta es que los padres no lleven a los niños y los “suelten” en las jornadas sino que se queden a jugar con ellos y “no tanto para jugar como para que se relacionen. Todo en su justa medida está bien. Una pantalla te puede aportar muchas cosas, pero esto te aporta el competente social, es lo más importante, quedar con los amigos y echar una partida, quedar y organizar un cumpleaños de niños y llevar un juego de mesa y que jueguen entre ellos”, apunta Vicente.

E incluso señala que es una alternativa saludable para la falta de ocio para la juventud ceutí: “Ofrecer un ocio alternativo a la juventud de Ceuta que está muy carente de actividades para ellos y los juegos de mesa para los adolescentes que descubren en estas jornadas que se lo pasan muy bien y que es algo muy diferente a estar sentado en la calle mirando a las palomas”.

Tanto juego dan que Vicente intenta copiar iniciativas de Cataluña, Madrid y Andalucía en los que en las escuelas se han usado incluso como herramienta frente al bullyng haciendo programas de juegos de mesa para los recreos, algo que de momento no ha acabado de cuajar y la Administración Local no acaba de comprarle la idea.

Aunque Vicente no desiste y cree que los juegos de mesa tienen un potencial educativo muy interesante. “He hecho alguna actividad con AMPAS y en ludotecas y creo que es una herramienta muy integrante para meterlo como dinámica de aula y de educación porque aportan a efectos de aprendizaje cosas como el trabajo de memoria, el cálculo matemático, respetar tu turno, recoger cuando terminas, son detalles que parecen chorraditas pero que los niños van cogiendo y son todo ventajas luego”, ha explicado.