CONTROVERSIA

Se acabó la sombra: los árboles del tanatorio, pelados hasta las ramas por culpa de una plaga de insectos

Se acabó la sombra: los árboles del tanatorio, pelados hasta las ramas por culpa de una plaga de insectos
Tanatorio velatorio árboles poda jardines
Hilera de árboles del tanatorio / A. C.
Tras varios meses de tratamientos infructuosos, Parques y Jardines ha tenido que podar todos los ejemplares "por indicación expresa de los biólogos de OBIMASA"

Se han quedado sin hojas. Peor todavía: se han quedado sin muchas de las ramas de las que brotaban todas esas hojas. Los árboles que hay junto a la entrada del tanatorio municipal ya no volverán a dar sombra (no, al menos, hasta dentro de un tiempo). La Ciudad ha decidido pelarlos casi hasta el tronco. Lo decidió, de hecho, hace ya más de un mes; no es algo que haya pasado hoy ni hace una semana.

Cabía esperar que la decisión fuese controvertida. Ha sido más que eso; ha sido muy impopular. Ya no es que se haya desdibujado la estampa que tanto caracterizaba al lugar (que también), es que se ha privado a quienes velan a sus muertos de ponerse a resguardo de las inclemencias del tiempo, a saber: viento, humedad, relente, calor...

En verano, eran un aliado magnífico: daban sombra, mucha sombra. No solo eso: servían hasta de paraguas. Dada la densidad de su ya extinto follaje, impermeabilizaban casi por completo toda la zona sobre la que se erigían. "Esto es una vergüenza", espetaba un vecino que, hace unos días, fue a darle el último adiós a un familiar.

Hay que decir que la cosa tiene explicación. El problema es que, hasta la fecha, no se ha ofrecido a la ciudadanía caballa: ni el área de Medio Ambiente ni ninguna de las sociedades municipales que gestiona Alejandro Ramírez han dicho qué hay detrás de tan extraño movimiento. Y eso, claro, suele provocar malestar en el ceutí de a pie.

Tanatorio velatorio árboles poda jardines
Hilera de árboles del tanatorio / A. C.

Según comentaba a este digital el Gabinete de Comunicación de la Administración local, "la poda la ha hecho Parques y Jardines". El pretexto: una infestación; una plaga de insectos conocidos como "cochinillas algodonosas". Por si te lo preguntabas: sí, los árboles llevaban largo tiempo siendo hogar de un bichito. No de uno: de miles.

Al parecer, hace meses que comenzaron a aplicarse distintos tratamientos que, a la postre, no han acabado sirviendo de nada (ninguno de ellos). "No estaban dando resultados", decían desde el Gobierno. Al final, se acabó optando por la vía rápida: el desmoche. Así fue -dicen- "por indicación expresa de los biólogos de OBIMASA".

Al ver que las labores de desinfectación no estaban siendo nada fructuosas, el Ayuntamiento llegó el pasado diciembre a la conclusión de que lo más efectivo sería podar los ejemplares por completo. Tranquilidad: la Ciudad asegura que "los árboles no están muertos"; sus ramas y hojas deberían volver a crecer. Lo que no se sabe es cuándo lo harán. No es que corra una prisa endiablada, pero el Sol siempre pega bastante en la puerta del tanatorio. Y el verano está a la vuelta de la esquina...

Se acabó la sombra: los árboles del tanatorio, pelados hasta las ramas por culpa de una plaga de insectos


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