La conversaciones mantenidas entre el Gobierno de Raúl Castro y la Iglesia Católica cubana han obtenido sus primeros frutos. El primer signo para mejorar las condiciones de los convictos ha sido el traslado de seis presos políticos a centros penitenciarios más próximos a sus casas. Todos ellos fueron encarcelados en 2003, acusados de traición y otros crímenes contra el Estado comunista.
"El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, ha sido informado por parte de las autoridades de que se ha procedido al traslado de seis prisioneros hacia sus provincias de residencia", señaló el Arzobispa...