El Gobierno ha puesto punto y final a un Registro Civil de hace 50 años. "Se trata de un cambio conceptual radical, de arriba a abajo", ha asegurado el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La principal
característica del nuevo registro, cuyo anteproyecto se ha aprobado hoy, es la simplificación que permitirá que sea individual, electrónico, desjudicializado y que unificará las diversas secciones temáticas y territoriales que existían hasta ahora.