La última reunión celebrada esta mañana entre la dirección de Nissan y los representantes de los trabajadores sobre el excedente de plantilla en su planta de Barcelona se convirtió en un diálogo de sordos: la empresa sólo deseaba negociar con el expediente de regulación de empleo para 581 personas sobre la mesa y los sindicatos sólo se avenían a hacerlo si Nissan retiraba el expediente. Así las cosas, el inspector constató la imposibilidad de un acuerdo y le pasó la pelota al Gobierno catalán, que tiene dos semanas de plazo para tomar una decisión.