Horas después de que los griegos protestaran de nuevo por las calles de Atenas, el Gobierno de coalición del país, dirigido por el tecnócrata
Lucas Papademos, ha aprobado esta noche tal y como estaba previsto los Presupuestos para el 2012. Unas cuentas marcadas por los ajustes y la austeridad, con el objetivo de
hacer frente a la deuda griega y de
rebajar el déficit hasta el 5,4% del Producto Interior Bruto (PIB), respecto al 9% proyectado este año para conseguir superávit.