El esfuerzo no pasa en balde. Un Barcelona agotado y sin ideas padece astenia tras el último Clásico. En El Madrigal se dejó un jirón del título tras un empate sin goles. El Villarreal superó a los de Pep Guardiola en el lugar en el que suele triunfar: el centro del campo. El colegiado, José Antonio Teixeira, obvió un penalti de Sergio Busquets a Borja Valero. Diego López permitió la igualada con sus intervenciones.
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