Con un “hubiésemos preferido un congreso extraordinario” la ejecutiva confederal de UGT ha reconocido que sus tesis no han triunfado en la renovación de este sindicato en Andalucía, que está asediado por el escándalo del uso supuestamente fraudulento de fondos públicos. José Javier Cubillo, secretario de Organización de UGT, ha admitido que la primera opción que se barajaba desde la dirección nacional era convocar un congreso extraordinario, lo que hubiese implicado que una gestora se hiciera cargo de la central hasta la celebración de la cita. Pero, finalmente, la dirección andaluza se ha impuesto y se nombrará a Carmen Castilla secretaria general en esta comunidad a través de una reunión extraordinaria del comité que se está celebrando este jueves.

Cubillo ha reconocido que la decisión última estaba en manos de la dirección andaluza, que ha conseguido un alto consenso en la elección de Carmen Castilla, enfermera de profesión y hasta ahora secretaria de Políticas Sociales e Igualdad de UGT en Andalucía. Según Cubillo, lo que se había exigido desde Madrid era un “cambio”. Y esas exigencias “están plenamente cumplidas”, ha añadido.

El responsable de Organización ha expuesto también las bondades del modelo de “renovación” por el que finalmente se ha optado. Para que Castilla sea elegida se necesita que sea apoyada por “dos tercios” de los 121 delegados que se reúnen hoy en el comité extraordinario. Si se hubiera llegado a un congreso, con una mayoría simple de delegados hubiera sido suficiente. Cubillo ha justificado la ausencia de Cándido Méndez, el secretario general de UGT. En su opinión, entre sus funciones no está la de acudir a esta cita.