Mañana lluviosa


Mañana lluviosa
  Esta mañana ha sido subrrealista, pero ha estado bien. Me esperaban las compañeras con una tarta, globos  y montones de chucherías  para los niños de los talleres de escolarización,  sin  tener un lugar donde celebrarlo.  La escuela que nos presta el sito estaba cerrada y nosotras teníamos una galería enorme vacía. Imán y yo,  hemos  deambulado [...]


 

Esta mañana ha sido subrrealista, pero ha estado bien. Me esperaban las compañeras con una tarta, globos  y montones de chucherías  para los niños de los talleres de escolarización,  sin  tener un lugar donde celebrarlo.

 La escuela que nos presta el sito estaba cerrada y nosotras teníamos una galería enorme vacía. Imán y yo,  hemos  deambulado por el Paseo de las Palmeras buscando una cafetería abierta para coger prestada una mesa , yo le decía a Iman  que Dios proveerá mientras nos llovía el desaliento.

Un par de mesas, sólo un par de mesas y la fiesta sería real. Andábamos descreídas con todas las cafeterías cerradas cuando me ha dado por mirar la tienda de los horrores, el dueño se ha acercado a preguntar qué hacíamos las dos bajo la lluvia, y yo decirle que necesitábamos mesas, a lo que él ha sacado dos tableros y cuatro caballetes que ha llevado a la galería que preside la sede y entre todos hemos montado el desayuno festivo de fin de curso. En la oficina, las maestras  voluntarias improvisaban las notas, corrigiendo e intentando ser justas.

Pensé que a pesar de los bichos muertos, los cuadros de Franco y los cinturones de castidad la solidaridad ha reinado, así que he pedido disculpas interiormente por mis prejuicios y he agradecido a la vida el milagro.

No he podido quedarme, tenía reunión en el Centro Penitenciario, así que he pillado el autobús para llegar allí. Ya no me ha parecido tan triste, aunque llovía a mares, he compartido mesa con la secre de Cruz Roja, mujer a la que quiero y la gente, los funcionarios, trabajadores han sido encantadores.

Hemos hablado de proyectos, nos han agradecidos estar, ir, aparecer por el lugar para llevar conciencia, educación, cultura o esperanza.

Mientras exponía nuestras experiencias ante el Director del centro este me preguntaba si conocía a una tal África Puente, que es de Digmun, que tiene un blog del que él anda enganchado. Alicia, la secre de Cruz Roja se reía  y yo abría los ojos diciéndole que la tenía delante. Me miraba, como se debe mirar a las personas que no conoces físicamente pero sabes de ellas a través de lo que has leído.

 Sentí vergüenza, pensé que ante este hombre andaba prácticamente desnuda, pero a la vez me sentí halagada al verlo oyéndolo  explicarme todo lo que conocía de mi.

Le conté la historia del nombre de mi blog:  él  es de fuera, el Puente Cristo hasta principios del siglo XX dividía la ciudad en dos mitades, Ceuta era un presidio y era la manera de mantener a los internos en la isla. África es el nombre de la Patrona y de ahí surgió el blog.  Que no intento esconderme pero si darle un nombre propio , donde escribo lo que se me ocurre.

Nos hemos reído, nos hemos hecho fotos, me han acompañado hasta la puerta donde he recuperado mi identidad.

Llovía, mis visitas al Centro Penitenciario son siempre lluviosas, después me he perdido en el mercado de Haddu, en su zoco clandestino y he andado comprando pan y berenjenas.

 

 

 

 


Posted originally: 2009-12-19 00:48:59

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Mañana lluviosa


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