Como si de una maldición o una negra profecía se tratara, el cielo no paró de rasgarse y rugir durante la madrugada y buena parte de la mañana de ayer. Las tormentas que dejaron sin sueño a muchos vecinos, sobre todo del Corredor del Henares y el sureste de la región, multiplicaron el aparato eléctrico de la tempestad: hasta un millar de rayos, exactamente 1.008, se dejaron ver, según explicaron fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
La intensa tormenta eléctrica comenzó a las diez de la noche del día 29. Desde entonces y en las cuatro horas posteriores, se contabilizaron 279 r...