Ayer en twitter mantuve una pequeña conversación con María Gálvez sobre costas, transferencias autonómicas e inversiones. Ella llamaba la atención sobre los gastos que se hacen en regeneración de costas, cuando lo más sensato y barato es gastar dinero en conservar el litoral y especialmente las dunas.
Intentaré exponer cuál era mi impresión. Muchas veces las personas más concienciadas con la necesidad de tener una buena política medioambiental confunden el lenguaje y emplean términos pasivos frente a la utilización de términos activos y más atractivos que hacen sus oponentes.
En las numerosas polémicas que ha habido por la explotación inmobiliaria de zonas que están protegidas o que debieran estarlo se ha hablado mucho de conservación, mientras que los idólatras del ladrillo hablaban de inversión. Es más fácil venderle al público una inversión, siempre susceptible de crear riqueza, que una simple conservación.
Lo activo y dinámico ser más atractivo para las personas que lo pasivo. Es necesario cambiar determinada terminología y eliminar del vocabulario palabras como conservación o preservación, pasando a hablar de capital natural. Volviendo al ejemplo inicial, tengo la impresión de que es preferible hablar de invertir en el litoral o revalorizar el litoral que conservar el litoral. Las energías renovables son un ejemplo en este terreno.
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Posted originally: 2010-09-18 18:00:52