El fútbol siempre ha sido el deporte dominante en la cultura española del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI. En los últimos años hemos asistido además a la inundación futbolística, ya que nunca como ahora ocupa tantas horas en los programas de televisión, que también es el medio dominante.
Ello se ha unido a un uso de una retórica que destaca lo agónico, lo épico y lo histórico de cada jornada de Liga, de cada eliminatoria de Copa del Rey y nos señala las glorias celestiales en cada partido de Champions League.
El redactor-jefe de Público confirió ayer la posteridad a Guti por el taconazo que dio el pasado domingo y que terminó, gracias a otro jugador, en gol. Se utilizan palabras gruesas para cuestiones minúsculas y nunca la posteridad costó tan poco como a Guti.
No sé si la posteridad que Guti ha ganado será la misma de la que disfrutan Julio César, Alejandro Magno, Cervantes, Aristóteles, Tomás de Aquino, Cristóbal Colón, Fleming o Einstein (me temo que no). Si realmente esta posteridad es tal, caduca el próximo domingo, salvo que a alguien le interese otra cosa o que un hábil representante consiga mantenerla con vida algunas semanas más.
Archivado bajo:Deportes, Fútbol, Filosofía de la Historia, Prensa, Radio, Sociedad, TeologíaPosted originally: 2010-02-02 10:30:18