Irak cerró ayer la campaña electoral con un viernes de oración en el que cada mezquita del país acogió a mediodía un mitin político. Los líderes religiosos volvieron a pedir la afluencia masiva de los ciudadanos a la cita de mañana con las urnas, una petición que en este país se convierte en obligación.
Pero la sorpresa de la jornada la dio Al Qaida, que a última hora de la tarde «impuso» su toque de queda para la jornada electoral «en todo el país». A través de su sitio web habitual, la organización terrorista afirmaba que «el Estado Islámico de Irak decreta el toque de queda para el día de ...