Un régimen para morirse de risa


Un régimen para morirse de risa
La guerra fría, sobre todo en torno al Muro, llegó a ser seria; ello hizo especialmente apreciados los chistes: los ministros esperaban para contárselos en el gabinete en Bonn, según informes de inteligencia de la época. Los propios espías los incluían en sus informes y eran a veces «lo más esperado». A diferencia, en el Este, morirse de risa era una posibilidad real. En un duro fin de año en el Este circulaba que «el partido había cancelado este año la Navidad: parece que ni María encuentra pañales, ni está José, reclutado por la reserva antifascista, ni los Reyes Magos han logrado permiso d...


Posted originally: 2009-11-07 00:00:00

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