El Sindicato Médico ha anunciado este 31 de enero "el cese temporal de la huelga médica", cuya entrada en efecto está prevista para el próximo 2 de febrero. Así, la jornada de mañana -jueves- será "el último día de paro después de casi once meses de movilizaciones".

Según la entidad, la decisión encuentra su razón de ser en "los pacientes de nuestra ciudad" y en "el apoyo de organizaciones y colegios profesionales hacia Ceuta y Melilla"; también, en "el talante de la ministra de Sanidad", a quien Roviralta y los suyos aplauden por su supuesta intención de "abordar los problemas que afectan a la sanidad pública local".

Dicen desde el SMC que, "durante meses, la ciudad autónoma ha experimentado los efectos de una huelga que ha afectado a la atención médica y a la calidad de los servicios esenciales". En esta línea, los de Roviralta apuntan que la circunstancia "ha puesto de manifiesto las carencias sanitarias endémicas".

El sindicato ceutí y su homólogo melillense han valorado de manera positiva "la disposición de Mónica García de abrir una puerta al diálogo con el objetivo de atender las demandas y reivindicaciones de los profesionales de la salud y, por ende, afrontar la grave crisis sanitaria que padecen tanto Ceuta como Melilla por la falta de médicos".

La ristra de "preocupaciones" de quienes han soliviantado durante casi un año a los facultativos caballas es la misma que en marzo de 2023: el reconocimiento de "las necesidades médicas específicas de la ciudad", la "situación de precariedad" en la que se encuentran muchos profesionales, etc.

Pese a la aparente buena predisposición del Sindicato Médico, su cúpula avisa: "Estaremos vigilantes". "En caso de inacción por parte de las autoridades pertinentes, se retomarán las acciones necesarias para garantizar la mejora y el respeto a los derechos de los profesionales de la salud y a la ciudadanía", adelanta el ente.