La imputación de los dos oficiales y el suboficial, según el abogado de la familia de uno de los fallecidos, se debe a que "las medidas de seguridad no cumplieron su función ese día y porque no había en este caso una línea de vida", cuando los militares fallecieron ahogados al atravesar un lago, durante un ejercicio.
También se habría tenido en cuenta, según el letrado, que las mochilas que portaban los militares y "que debían servir de flotador, no estaban debidamente estandarizadas y tenían un sobrepeso, muchas de ellas de tres kilos y medio, por lo tanto no eran aptas, entre otros motivos", para emplearse en el paso acuático en el que perdieron la vida.
Para el letrado, "no se trató de un mero accidente, sino que hubo un cúmulo de negligencias y falta de diligencias en la sumersión de unas 20 personas, entre ellas, 15 soldados, en un lago que estaba helado, casi congelado, y en unas circunstancias que no eran las idónea y se tenía que haber paralizado tal ejercicio".
Reacción desde Ceuta
Consultados por este periódico, representantes de ATME subrayaron lo inapropiado de que se puedan llegar a realizar ejercicios que están fuera de los cuadernos de instrucción. Asimismo, lamentaron que este caso haya tenido que ir a parar a la justicia militar, considerando que esta no debería existir en tiempos de paz, ya que convierte a los miembros del cuerpo en "ciudadanos de segunda".